La llamaban rara
y sufría por ello,
nadie la hablaba
y eso no era bello.

Trece años tenía
Lisa se hacía llamar
ropajes extraños vestía
y en verso solía hablar.

Ella no era popular
en su instituto la odiaban
solo la quedaba cambiar
o morir sin amistad .

Un día a una tienda fue
se compró una minifalda
y al instituto se fue
con la cara maquillada.

Todos la miraban
y hablaban por lo bajo,
todos la saludaban
y aplaudían su cambio.

Una chica se acercó
y a una fiesta la invitó
lisa no dudó
y en seguida aceptó.

Lisa se preparó
un escote lucía
y sin más partió
a la fiesta de su ‘’amiga’’.

En la fiesta había besos
mujeres provocativas,
Lisa no quería eso
y se fue al piso de arriba.

En el baño se encerró
y se puso a llorar,
ella pensó y pensó
vio que no podía cambiar.

Lisa se miró al espejo
un puñetazo le dio
y en añicos el espejo
pronto se convirtió.

Lisa cogió un cristal
con su ensangrentada mano
lo beso con suavidad
y sus muñecas cortó.

Mucha sangre salió
de las muñecas de Lisa
y al instante murió
esta joven chica.

Fue dura su vida
que intento cambiar
pero ella cuando murió sabía
que era original.

Tenía personalidad
no como los demás
y ahora su cuerpo reposa
junto a una corona de rosas.

Mientras otras mujeres
de su misma edad todas
besan a chicos jóvenes,
juegan a ser adultas.