Sanar el alma, sanar el cuerpo, sanar el hogar es mi motivo. Para poder seguir con mi propia meta trazada, para ser consciente de mi propia decisión de amar y ser amada de la misma manera, de sanar a los demás, y así seguir el plan que me propuse en la vida, como motivo de vida. Debo seguir con alegría mi camino decidido desde niña, sino antes, es lo único que me mueve hoy, recomenzar para continuar, retejer desde las bases. Las depresiones son peligrosas, pero con la misma fuerza que emerge de mi cada dia, la cual no voy a desgastar en quienes no lo merecen, con esa misma fuerza, he decidido tomar mi sanación en mis manos. Que Dios me acompañe en mi camino y el hijo de Dios también los cuales llevo en el alma mia. He cumplido o no he cumplido las otras obras, que sean juzgadas en el momento en el que corresponda, lo hecho hecho está, no lo puedo cambiar, lo que si puedo hacer es recomenzar para empezar donde partí un día solo que ahora consiente, porque no se ama lo que no se pierde, no se es valiente sin miedo, no se deja lo que nunca se ha tenido y no se pierde lo que no se ha logrado.

Los caminos son eso, opciones de rutas, a veces puedes cruzar por el cerro y avanzar más rápido que los demás, pero debes estar consiente de que llegarás arañado hasta la médula de los huesos, pero de todas formas la vista, la maravillosa vista de hacerlo sobre el resto, la vista al lago desde la cima de los cerros es enorme y placentera. Acorté camino, quizás, pero se llega a la misma meta y como no es carrera debo volver a empezar como los demás, un poco más arañada que el resto, cansada pero con la satisfacción de haber visto la puesta de sol más maravillosa de todas....