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Prologo: La advertencia

Son pocas personas en este mundo que se pueden dar el lujo de recorrer todo un continente en moticicleta, sin tener que preocuparse por el dinero ni por la comida y ciertamente ni por las obligaciones que tarde o temprano llegan con la edad. Afortunadamente y particularmente este era el caso de Cliff, quien se encontraba en pleno recorrido de la carretera en su ahora vieja motocicleta BWM, vehiculo que se habia convertido en el compañero de viaje de Cliff, con un sorprendente motor que le daba un alcanze de hasta 100 Km por galon (lo que implica una gran economia para quienes andan como los caracoles en la costa, con su casa a cuestas) y que al andar no solo transportaba la vida de un ser humano sino tambien su ropa, su pasaporte, su cepillo de dientes con un tubo de dentrifico que apenas iba en la mitad de su capacidad total (aunque era frecuentemente usado), su otro par de zapatos que ofrecian un nivel superior de comodidad a comparacion de las duras botas que portaba su dueño, su dinero, su unica tarjeta de credito, algunos utencilios de cocina usado frecuentemente por los motoristas interconentales cuyos origenes fueron improvisaciones de baratijas en la segunda guerra mundial, algunas raciones de emergencia para el camino, un sleeping bag, un par de mapas los cuales ya no tenian uso debido al largo recorrido que lleva la motocicleta a traves de la via panamericana que ilustraba el camino interamericano que conectaba america del norte con america central y el sur mediante una unica carretera por la cual ha transitado millares de otras historias, y por ultimo un cuchillo de defensa personal recientemente comprado; aunque fisicamente Cliff, de escasos 23 años de vida, pareciera no tener la suficiente complejidad muscular como para que un tercero pudiera deducir que el sabria como manejar un arma de muerte tan "tactico", el tampoco era ajeno a la realidad del mundo y especialmente de la carretera, donde el concepto de justicia no aplicaba en los desamparados y locos con los que se pudiera encontrar en su camino. En las maleteras de la fina motocicleta se encontraban parches cosidos que informaban que ya habia recorrido al menos unas cuantas docenas de ciudades como ejemplares: Montevideo, Buenos Aires, Santiago, Lima, Quito, Bogota, Ciudad de Panama, y si, para pasar por tantas ciudades en motocicleta habria que dedicarle una buena cantidad de años, dinero y dedicacion a tal recorrido de miles de kilometros a traves del asfalto y que tal vez no valdria la pena hacer un recorrido tan largo como aquel y que en vez de viajar hubiera podido dedicar su vida en un mejor porvenir como encontrar trabajo como ingeniero, titulo fruto del poder y dinero conferido por su padre al que a simple vista no le importa 3 cominos el bienestar de su hijo y es mas una obligacion que un hijo que llego a su vida; pero eso ya es arena de otro costal, y debido a la poca limitacion que tenia Cliff de decidir que hacer con su vida despues de graduado de la universidad; invadido por los libros de historia que narran los viajes de personajes reconocidos como el "Che" o Jose Celestino Mutis, decide continuar con ese largo viaje que ha empezado y aunque le gustaria que tal no tuviera fin; poco se imaginaria que se encontraria con algo que interrumpiria su viaje en su BMW y le daria la sorpresa de su vida.

En este dia su motocicleta lo habia transportado hacia un pueblo llamado San Pedro Zula, una ciudad en honduras que convenientemente quedaba cerca de muchas cosas, incluida la costa; a diferencia de las casas de 2 pisos que eran prominentes en su ciudad natal, donde el frio era de cierta forma la ley y la actividad nocturna era comun, en ese lugar la mayoria de las casas eran de una sola planta, y sorprendentemente muchos de los locales comerciales parecian cerrar incluso antes de la llegada del crepusculo sobre cielo Hondureño, dio marcha a una velocidad alta pero prudente para el sector urbano, esperando que ese no fuera el caso para los hospedajes; para su suerte no lo fue. Encontro uno a solo unas calles de la estacion de radio local Radio Perla y no solo se sintio mas aliviado sino que tambien quedaba cerca de una panaderia para abastecerse de almiento para su estomago y ciertamente para sus maleteras. Al estacionar al frente del hospedaje, bajo de su motocicleta y se quito el casco; La apariencia de Cliff era de un hombre el cual se veia algo desgastado debido a la dieta inconstante de comer en diferentes ciudades (y hasta paises) diferentes en cuestion de semanas, llevaba una camisa negra con las mangas desabotonadas para combatir el sol en la espala de pleno viaje, sus pantalones unos jeans de tela negra bien conservada, las botas previamente descritas y su apariencia fisica era la de un hombre promedio de familia Brasileña y Española (Tez bronceada, cabello negro como el ebano y ojos negros), este individuo decide entrar en la recepcion del hospedaje y ve al recepcionista; con una sonrisa amable decide presentarse.

-Hola, buenas tardes casi noches, vengo a... *se vio interurmpido*

-Procure no salir de noche joven, se ve que ud no es de por aqui.

-Em, disculpe?

El recepcionista era un lugareño de tez muy trigeña y contextura gruesa, pero para ser un pueblo, el vestia de un blanco muy bien presentado y unas gafas de marco transparente, un reloj digital en su muñeca izquierda, un corte de cabello standard para un hombre y ojos verdes, una placa dorada en su pecho que rezaba "German". Miro a la motocicleta de la cual se habia bajado Cliff y no pudo evitar salir del aparaje de recepcion para hacer un par de recomendaciones al joven hombre.

-Atras del edificio hay un parqueadero para que aloje su motocicleta, mucho gusto, soy German, para servirle.

-Gusto en conocerlo, mi nombre es Cliff.

Extendio la mano derecha para saludar a Cliff con un apreton de manos, el cual el extranjero decidio acceder a la señal de respeto y presentacion mientras se dirigia hacia su motocicleta para aparcar en el improvisado aparcadero en la parte posterior del edificio del hospedaje, antes de salir de la puerta German miro a Cliff y repitio con insistencia:

-Procure no salir de noche joven, lo que tenga que hacer, hagalo en el dia.

-Hay una lavanderia cerca? Señor German?

-Mañana con mucho gusto le doy la direccion.

Texto agregado el 20-11-2013, y leído por 79 visitantes. (0 votos)


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