Chuaaa... se me hizo tarde!!!- dijo mientras apuraba el paso por las obscuras y meadas calles de la pobla...
Se encontro con un nativo del lugar, que vestia con andrajos y lo rodeaba una especie de campo de fuerza de creatinina, agua, amoniaco, y demas componentes olorisantes... se encontraba recostado tomando la luz de luna apollado en la fresca acera, rodeado de perros que practicaban un CAN-dado chino, en una especie de orgia animal.
Cuando en eso sus ojos destrozaron una legaña al tratar de abrirse. Y luego se encontraron con la mirada fujitiva del atrazado caminante nocturno.
¡¡¡Conchetumare... ya me cacho este hueon!!!- penso mientras intento apurar el paso en la soledad del lugar.
El insecto humano exclamo desde su comodo lecho -¡¡Flaco, teni monea pa comprah un pucho!!!- mientras hizo ademan de arrastrarse.
Noooo!!!- contesto algo incomodado. A lo que respondio la cucaracha -cuidate nomah chuchetumare- mientras agitaba una mano con su dedo medio levantado y hediondo a orto.
Continuo su raudo caminar por las oscuras vias intentando dejar atras aquella mala experiencia.

Transpirando frio hasta por el culo, apreto la marcha para llegar pronto al paradero. Muy poca luz en la venida que de vez en cuando aumentaba por el paso de algun vehiculo perdido en aquellas horas de la noche.
¡Puta la huea, parece que no avanzo nah!- Pensaba mientras caminaba intentando acelerar sus pasos que sonaban en el silencio como el tic tac del reloj.
Como a media cuadra diviso un perro que dormia en la puerta de lo que parecia ser una carniceria.
Mejor paso por la orillita- se dijo mientras se alejaba de las casa.
Cuando ya se preparaba para cruzar a la bereda de enfrente le parecio escuchar que alguien le hablaba.
-Socio...- dijo una voz ronca- psch, socitooo...
Miro para todos lados, no habia nadie a parte del perro que ahora se habia sentado y lo miraba fijamente.
-¡puta la huea, ahora escucho voces!- se le arranaron las palabras de la boca mientras volteaba para cruzar al frente.
-Pshh... socitoooo no se vaya por alla...- nuevamente escucho a la ronca voz. Pero esta vez en vez de detenerse y darse vuelta decidio pasar corrieno a la otra acera. Y desde alla desidio mirar asia atras a ver si aparecia el sujeto que le hablo, pero a nadie vio, solo al perro sentado en la entrada de la carniceria que aun lo miraba mientras volvia a echarse...

(Esta historia continuara...)