La muchacha del camino

Una muchacha huye
Un poco descalza y decidida
Huye por el camino de tierra
A la sombra de los álamos interminables
Que saludan al visitante

Nadie está ahí para detenerla
Nadie pensó que tendría las agallas
Nadie hizo nada para que se quedara

Escapa sola en medio del atardecer
Sin temerle a nada
Con un vestido sucio y gastado
Sin ocultar sus heridas

Va llorando,
Pero mientras corre
El viento limpia sus mejillas
Inundando sus huellas
Ahogando el pasado

Cuántas veces escapó
Y cuántas veces regresó
Ínfima y culpable
Envuelta en soledad
Atorada por los consejos machistas de su madre
Prostituida por el interés cobarde de su padre

Pero ahora no
Nunca más
Lo perdió todo
Menos el camino
Ese camino

Un camino que no es nada pero lo es todo
Lleno de piedras viejas
Polvo migrante
Y cuentos incontables
Bordado de maleza
Y orina de borracho

El camino,
Hoy se viste de puerta
Y le presta sus alas

“Seguid el sol, muchacha,
Que así nunca verás su sombra,
Que tras su estela
Hallarás noches tibias llenas de luz

Seguid el sol, muchacha,
Que abrazada a él encontrarás besos nuevos
Manos limpias
Y corazones nobles”

Y la muchacha voló…