Fuimos luz,
savia tierra
viento iluminado.
Fuimos la canción
que llueve lágrimas
en los ojos derramados.
Fuimos la patria
que sueña palomas
en día de fuego.
Y vienes a mi memoria
como el pájaro que se ha ido con las sombras.
Fuga, luz sonora
que acompasa este amor desierto.
Te quise en los días oscuros,
entre cuatros paredes blancas,
cárcel de este amor que se agotaba
en las cadenas de mi cruz.
Ya no estás para recordarte
que tu voz silenció este espacio para dos.
Tu nombre
sabe a flor silvestre,
a canto peregrino
como el viento que retorna a su tiempo para llorar.