MIPURITO MAÑANERO.- El humo del purito sube hoy hacia el techo con un punto de inspiración y una sonrisa. Es por aquello de la comunicación subconsciente con la parte del cerebro de su Jefe que produce las chorradas. Y de chorradas va la cosa. La visión de un perchero de pie a la entrada de la casa y el recuerdo de los amigos artistas me ha hecho pensar en el arte de hoy y he llegado a la conclusión de que yo, a mi edad, quiero ser artista. El arte de hoy puede no ser un cuadro, ni una escultura, ni una película, ni una canción, ni una fotografía, ni un texto literario. Una obra de arte de hoy se llama “instalación” y puede ser una mezcla de alguno de estos elementos o simplemente “una idea” materializada en algo material (valga la redundancia). He visto en algunos museos importantes las siguientes obras o instalaciones: Una taza de wáter colgada de una pared; un a modo de bandera en el suelo formada por filas de palomas muertas, pintadas de colores chillones unidas al mástil que era una lanza; un enorme cubículo de metacrilato conteniendo un ternero disecado, una película de círculos concéntricos hechos en un sembrado verde filmada desde una avioneta…. A mí se me han venido a la cabeza dos obras de arte. La primera tiene por objeto inmortalizar al gato de mi hijo cuando nos deje (ojalá falte mucho para eso). Se trataría de disecar al pequeño felino en posición de ataque a punto de saltar sobre un pajarillo, disecado también, que trataría de volar-nadar fuera de su alcance introducidos ambos en un acuario lleno de gelatina. El título de la obra (muy importante , como os podéis imaginar) sería “ A contra corriente”. La segunda una instalación que consistiría en el perchero de marras atiborrado de objetos de múltiples colores (abrigos, camisas ,pantalones, pijamas, bolsos de mujer y de viaje , carpetas de estudio y un flexo con su cable que iluminaría un hermoso cuadro del Desierto de Tabernas que emerge por detrás. Su título: “ El desierto habitado”. En fin, que hoy me ha salido la vena artística. Y me pregunto: ¿Serán arte mis ocurrencias? ¿Y las de los artistas reconocidos como tales?