Recibe mi más cordial saludo
Honorable Maestro Quirón,
He leído la misiva y tu consejo,
Y se que sabes más por viejo
Que por reconocido aedo,
Yo soy novel en el ruedo.
Gracias por la recomendación
De lo que a componer me mandas,
En realidad no se si puedo
Por cuidado a quien aluda,
No todos tienen mente abierta,
Y quizás en este oficio
La gran mayoría advierta
Que esto no es beneficio.
Pero de dicha circunstancia
Sacaré en limpio una enseñanza,
El error a todos nos alcanza;
Algunos en menor grado,
En otros vive arraigado.
Déjame decirte sin chanza
Lo que pude haber observado:
De todas las fuerzas materiales
La de mayor velocidad
No es la que pensaba Thales,
Deduzco que fue por omisión
Pues no pensaba en estos males,
El Prejuicio, de las fuerzas veloces
A todas supera en intensidad,
Con rapidez relampagueante
Inunda todo, cuerpo y mente,
Dejando secuelas fatales
En nosotros, hombres mortales.
Su fuerza aunada a la cantidad
Trae como resultado “La verdad”
Y en un lapso de brevedad
A unos pocos no alcanzó.
Esta verdad está afinada
Al concierto de muchas voces
Pues estas no admiten roces
Y aún menos a minorías
Yo te pregunto Quirón amigo
¿Admite el arte estas leyes?
¿O acaso los artesanos
se someten a los reyes?
De esto colijo la vil mentira,
Si no logro observar la brisa
No puedo decir que exista...







Atte.: Hesíodo



A.D.N.S. 2007