Quiero en mi vida
a alguien como tú:
Llegabas puntual,
siempre a tiempo
y yo disfrutaba
ese bello momento.

Curvas femeninas sugerentes
pasaban frente a ti
y tú no las volteabas a mirar,
me mirabas sólo a mí.

Preocupado por mí,
tenías lindos detalles
que hablaban bien de ti.

Vivíamos juntos
en un mundo extraño,
encerrados en una esfera dorada
a la cual nadie más podía entrar.

¿Que habrá sido de ti,
caballero gallardo,
de traje y corbata
e impecable camisa blanca?

En ti no había volubilidad,
siempre hubo palabras
entre nosotros,
nunca silencios.

Jamás entenderé
por que el destino
no nos llegó a juntar,
tal vez no me podías amar
como te podría yo
haber llegado a amar...