| No te preocupes, preciosa, que ya te vas a curarya vendrán mejores tiempos, tu dolor se ha de aliviar.
 Recuerda el viejo decir: “No hay mal que dure cien años”
 y de amor te he de cubrir. Pronto vamos a escuchar
 el eco dentro de la casa de tu risa y tu cantar
 algo destempladita, pero bien, no soy Mozart.
 He tenido gran idea y te la quiero contar.:
 
 Hemos vivido en esta casa algo más de medio siglo
 crecieron aquí nuestros hijos ¿Te acuerdas  de su gozar?
 En la piscina aprendieron el deporte de nadar
 nadaban como perritos y en el patio el futbol
 se que te vas a acordar, les diste gran regañada
 cuando m'hijo gritó ¡Goool! Y así quebró la ventana.
 Pero amor, ya ellos se fueron: cada cual con su familia
 esta casa está muy grande, alguien nos la ha de comprar.
 
 Nos iremos para el Norte a gozar de los muchachos
 y también los nietecitos. ¿No lo quisieras, mi amor?
 Adiós a los naranjales, los pinos y el guayabal,
 la magnolia y la jacaranda ¿O quieres que diga “Pepa”?
 la llamamos con tal nombre en memoria a tu mamá.
 A un apartamento iremos, le has de dar el 'visto-bueno'
 pues te tiene que agradar, mas tendra su terracita
 y sus macetas con flores, nos meteremos al coche
 los hijos visitaremos, cuando tu estés de humor,
 o de compras o a la iglesia, ya tú lo decidirás.
 
 Si no logras caminar, tiraremos las muletas
 e iremos a pasear, juntos puesto que  iré empujando
 elegante silla de ruedas que yo te voy a comprar.
 No te preocupes preciosa, recuerda el otro decir:
 “No hay mal que por bien no venga”
 cuando hay amor de verdad ¿Te das cuenta?
 Estaremos ya mas juntos por tu nueva condición
 discutiremos asuntos cerca de nuestro corazon.
 
 Levanta tu cabecita, tu sabes como te quiero
 dame hoy tu sonrisita y haz más feliz a tu viejo.
 
 
 |