El amanecer del día domingo indica que es hora.
Muchos son los que esperan por mí, y yo espero por todos ellos
Día tras día cada uno de ellos sigue la ruta de la cuchara.
Sobrevivencia la llaman y agradecen la misericordia de los hermanos que esperan por ellos.
Agradecen a Dios por tanta bondad.
Preparan su alma y espíritu, ofrendan sus pocas monedas
Y se alistan a dar inicio al gozo de una olla común
Felices como si fuera una fiesta preparada para ellos.
Muchas son sus historias, sus penas y muy pocas sus alegrías
Muchos los dolores, y risas amargas manifestados en sus rostros
Existen madres, esposas e hijos detrás de muchos de ellos.
Viven sus temores y enfermedades ajenos a los ojos de los demás
Algunos intelectuales, cultos y profesionales, con el norte perdido
Otros iletrados ignorantes, curioso……..buscan el norte.
Anarquistas ante una sociedad injusta y abusiva.
Viven ajenos a las noticias y a las reglas.
Sus wáter son las mamparas, puente y calles obscuras
Son dueños por excelencia de las calles
Pernoctan bajo la inmensidad nocturna del universo
Se refugian entre el calor de las fogatas, el alcohol cartones y perros callejeros
Y a veces…….. en la compañía de una hembra
De condiciones similares o peores a la de ellos.
Piden deseos cuando un lucero se deja ver
Y sueñan, sueñan que para ellos habrá un mañana
Entre todas sus miserias y pobrezas
Rezan y piden por un nuevo despertar.