TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / VIGIA / ENTROPIA -CAP.3-

[C:546673]

2 Principio de la Termodinámica.
La cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo.




3.
- He llamado a Álvaro.- murmuró Fernando, golpeando distraídamente con un lápiz el teclado de su PC.
- ¡Ah! ¿Y que se cuenta? ¡Porque ya puede inventarse una buena historia! - replicó Sandra asomando su hermoso rostro por detrás de la pantalla de su mesa. – Ya me dijo Ernesto que llevaba algunos días comportándose raro… ¿Te ha dicho si está enfermo?
- No, no…No me ha contestado.
- ¿Cuándo le has llamado? - dijo regresando la atención al gráfico de su pantalla
- Sobre las seis.
- ¡A las seis! ¡Desde luego con amigos como tú ya anda bien apañado! – replicó Sandra mostrándose sorprendida por encima del monitor.-¿Por qué no le llamaste por la mañana?
- ¡Oye! – farfulló tirando el lápiz sobre el escritorio – ¡Que yo no soy su padre! Si no ha venido sus motivos tendrá.
- ¿Pero no estuvisteis anoche juntos en el bar? – replicó.
- Pues si. Pero a eso de las 2 se marcho para casa. Además, ya iba bastante tocado. ¡Se bebió hasta el agua de los jarrones el tío! – dijo divertido.- ¡Es una máquina el Álvarito cuando se pone a levantar el codo! Se pone de gracioso el condenado…
- ¡No le dejarías subirse al coche solo, verdad? .- preguntó inquieta.
- Que salgamos juntos de fiesta no significa que tenga que saber lo que hace a cada momento…Además, creo que me dijo que se iba andando. …De todos modos, yo tengo llaves de su piso. Igual luego me paso a ver. ¡Y mucho te preocupas tú por Álvaro ¿eh?... ¡A ver si al final…!
- ¡Al final nada! A ver cuando maduras y olvidas las tonterías, chico…Yo solo lo pregunto porque en cuanto Ernesto termine la reunión va a venir a preguntarme por él, furioso como un lobo y con los colmillos por fuera. Ya lo conoces.
- Tranquila mujer. Estará aún de resaca y se habrá quedado en casa para recuperarse del octanaje que se metió entre pecho y espalda – dijo sonriendo despreocupado.
- ¡Claro! ¿Y sin avisar en el trabajo? ¡Como no le haya tocado la lotería!... Sabes que Álvaro no haría eso y menos dejando colgado a Ernesto en la reunión. ¡Pues estará que trina en el despacho a solas con los ingleses! ¡Si Ernesto no tiene ni puta idea de inglés! De “pencil”, “teibol” y “zenquius” no lo sacas…
- ¡Jajaja! ¡Pero que re mala eres! Con la cara de interesante que se le pone en las reuniones, ¡eh?... que parece que se entere de todo…
- ¡Pues por que Álvaro se lo explica por lo bajo! Si no, de qué…
- ¡Shhhh! ¡No hables tan alto, que sabes que por estas paredes se oye todo! Como te oiga Ernesto me veo pasando “el casting” a la nueva secretaria…Aunque, pensándolo bien…- canturreó divertido guiñándole el ojo varias veces a su compañera.
- ¡Pero mira que eres guarro, tío! Siempre estás igual. No vas a cambiar nunca…Anda, dame el teléfono de Álvaro que yo lo llamo, que ya me has preocupado...
- ¡Ah! Pues mira, tú si que has cambiado…- rió - ¡Has pasado de secretaria buenorra a ser la mamá de Álvarito! ¡Jajaja!
- Fernando…- dijo Sandra taladrándole con la mirada.
- Dime, corazooón mío… - le contestó alargando la “o” con sorna.
- Eres un perfecto idiota.

**********

Cuando el móvil dejó de zumbar encima de la cómoda y la llamada no se volvió a repetir experimenté, aún más si cabe, la sensación del abandono más absoluto. Creo que en mi vida me había sentido tan solo, aunque también comprendí rápidamente que mi ánimo tampoco es que estuviera por las nubes dada mi situación actual; Era comprensible que me sintiera abatido, deprimido y aislado.
La recién descubierta sordera me desconcertaba sumamente, sobre todo por que en ningún momento fui consciente de no oír. Incluso ni cuando la maldita paloma aleteaba furiosa dentro de la habitación caí en la cuenta de no escuchar el batir de sus alas.
Todo esto, sumado a la parálisis que me mantenía preso pero que al mismo tiempo me permitía sentir determinadas sensaciones, me tenía conmocionado. Aún estrujándome el cerebro no conseguía reconocer la patología de alguna enfermedad que produjera ese tipo de síntomas.
Porque en un destello de lucidez, esa era la conclusión a la que había llegado: Debía tratarse de alguna enfermedad rara de esas que se manifiestan repentinas y que nadie sabe a ciencia cierta por qué suceden.

Recuerdo que antiguamente en los pueblos, cuando a alguien se le declaraba una dolencia súbita y sin una explicación coherente, se le decía que “le había dado un aire”. ¡Y hasta el médico lo corroboraba! ¡Bendita ignorancia!... Pero en mi caso debió ser un huracán, porque no he conocido a nadie que le haya ocurrido una putada tan grande como esta.

Como único divertimento volví a mirar el reloj: Las 19:02.
Me percaté de que las horas transcurrían de un modo extraño. Mentalmente quise calcular el tiempo que pasó con el episodio de la paloma, recordando que la última vez que lo ojeé, justo antes de entrar el bicho, el reloj marcaba sobre las cinco y media… y ahora ya eran las siete.
No me cuadraban las cuentas.
Era imposible que hubiera pasado tanto tiempo mirando las andanzas del pájaro, sin otra cosa que hacer, y sobre todo porque mi sensación subjetiva de lo sucedido había sido de escasos minutos.
Como tampoco me cuadraba haber dormido antes de tirón más de cuatro horas sin ser apenas consciente de ello… y de un modo tan rotundo.

Por un momento se me antojó pensar que seguía dentro de un sueño, como en ocasiones había escuchado comentar y que al parecer te conservaba de esta guisa, inmovilizado pero alerta, y de los que luego decían despertar de golpe y con gran sensación de angustia.
Sin embargo, a pesar de las circunstancias, ahora me encontraba sereno y por supuesto me sabía bien despierto.
No quería ilusionarme con la falsa esperanza de querer creer que iba a despertar de un momento a otro y entonces tener que comprobar que eso no sucedería. De algún modo me parecía más adecuado ser lo más realista posible y aceptar las circunstancias que me rodeaban, porque seria la única forma de mantener la cabeza fría y así llegar a topar con alguna solución.

…Y hablando de cabeza…
De pronto, otra sensación… Sentí como una humedad se deslizaba desde la parte de atrás de mi cráneo, justo por encima de la oreja. Un líquido viscoso y denso resbalaba por mi pelo y goteaba con lentitud sobre la almohada… ¡Tiñéndola de gruesos goterones rojos!
¡Sin comprender el motivo, ahora sangraba por la cabeza!

Observé con atención como las gotas se calaban inexorablemente por entre la tela y mi incredulidad iba en aumento. Precisamente no era una insignificancia el líquido vital que estaba derramando. ¡Sangraba profusamente y de un modo muy preocupante!
Sin embargo, aunque no soy experto en ello, en principio me pareció que la velocidad de coagulación de aquel fluido no se correspondía con la realidad, pues apenas llegaba a la tela se convertía en un cuajo marrón oscuro que poco después mostraba un aspecto similar al que tiene una costra y en apenas nada, se desintegraba en pequeñas y sólidas virutas que posteriormente desaparecían sin dejar el menor rastro.
Asombrosamente, después de un lapso indeterminado de tiempo en el que también había dejado de sangrar, mi almohada presentaba el mismo aspecto impoluto como antes de empezar tan extraño acontecimiento.
¡No daba crédito a mis ojos!

Debo reconocer que la visión de todos estos sucesos posiblemente me alucinaron de un modo extraordinario y me mantuvieron brutalmente distraído, puesto que en el siguiente vistazo al reloj los números led´s de intenso verde fosforito conformaban los números 2,2,4,5
¡Las 22:45!
Al parecer, había estado viendo como me desangraba alegremente durante casi tres horas…

Luego, como por casualidad, me percaté de que a pesar de ser casi las once de la noche, intensos rayos solares seguían atravesando las cortinas índigo de mi cuarto.

Pero a estas alturas, mi capacidad de asombro se había extinguido completamente.



Texto agregado el 03-09-2014, y leído por 200 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
08-10-2014 La delgada línea entre el subconsciente y la consciencia se desvanece y el tiempo salta como si de una liebre se tratara...seguimos. Raramuri
08-09-2014 Fue claro el que dijo que había tomado más de la cuenta,hubo una preocupación por ello.Pienso ese es el meollo del asunto,algo en él se provocó pòr el exceso de alcohol. Además ese sangramiento tiene que ser producto de un alza de presión o algo parecido. Espero lo vayan a ver y sepan que está en esas condiciones***** Uffffs 6236013
03-09-2014 1. Me llama la atención el hecho de que Álvaro, a pesar de ser de noche, siga viendo un rayo de color azul índigo. Buscando en la red encuentro que este color se percibe ante la foto recepción de una luz. SOFIAMA
03-09-2014 2. Dice, además, que “en general, un foto receptor es un mecanismo capaz de convertir la energía óptica de la luz que incide sobre una superficie sensora en energía eléctrica, mediante un proceso que se denomina transducción. SOFIAMA
03-09-2014 3. La transducción, a su vez, puede ser estudiada desde diferentes campos. En biología celular, LA TRANSDUCCIÓN DE SEÑAL es el proceso por el que una célula convierte una determinada señal o estímulo exterior, en otra señal o respuesta específica”. (Información extraída en la web). SOFIAMA
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]