| Voy, vengoVamos ¿vamos?
 En este andar infinito por los caminos de la mente
 Voy sola
 Aunque con cientos de voces rondando
 Son todas mías
 Y son frenéticas voces femeninas que no paran
 Dudan, aseveran, dudan, deciden, dudan
 Apología de la hesitación perpetua
 Tic tac perenne de un reloj sin tiempo
 Miedos de mi propio corazón
 Siempre inmensos, terribles, interminables
 
 Soy ¿Quién soy?
 Alcanza ¿Me alcanza? ¿Para qué?
 Y saltan letras que nunca parecen suficientes
 Ni hermosas, ni útiles
 A pesar de cierta alegría oculta
 Y de una que otra frase que vale la pena leer
 Una y otra vez, obsesivamente
 
 Voy, vengo
 Ando y desando un camino sin señales
 Las letras se mezclan
 Con sangre, con saliva, con sudor
 Con chispas, con luces, conmigo.
 Con las caras de otros, de otras
 Con risas, con alcoholes, con silencios
 Y ¿Cómo no? con las dudas
 
 Iré.
 Y ellas seguirán conmigo
 Fluyendo como ríos de estrellas
 Brillantes, lejanas, fascinantes
 Profundas, misteriosas
 Tan mías
 Tan de más nadie
 Y tan de todos y todas las que no las conocen
 
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