Aquel poste le acompañaba,
“¡Vaya carretera, ni un auto!”
El desierto ventoso arde,
No sabe qué espera,
Tiene al sol en las doce,
Y aún no sabe qué espera.
Sólo tiene música en el cerebro,
Se le acabaron las pilas,
En el cruce de la nada,
“¡Vaya, ahí viene un auto!”
¿Por qué lo dejó ir?
Aún no sabe qué espera.
Ahora está sediento,
Tiene al sol en las tres,
Y también una botella de agua,
Pero no la tomará,
Aún no sabe qué espera
No camina, solo espera
Y no sabe qué,
El libro ya lo revisó,
El diario y también los folletos,
“Ya está oscureciendo”.
Una vez más pasó un bus, y lo dejó ir.
El poste estaba solo al amanecer,
¿Qué pasó con el hombrecito?
¿Supo qué esperaba y se fue?
No, sólo cruzó la pista,
Y se continuó cuestionando.
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