Todavía no recuerdo que hacia alli esa tarde, solo andaba por la calle sin rumbo. Era un dia cálido de verano, uno de esos dias, que a uno lo llenan de energía y no sabe por que sale a caminar por ahí.
El verde de la plaza y la frescura de aquel día eran incomparables, uno podía sentir la fresca brisa sobre el rostro.
Mientras por mi mente pasaban un monton de imagenes e ideas, de pronto, una cosa me llamó la atención, era la imagen de aquella chica.
Tenía el pelo atado, tirado hacia atras, su cara resplandecia con el sol y se le notaba una enorme frescura.
De pronto mientras me encontraba totalmente hipnotizado por su figura, sus ojos penetraron profundamente en los mios, esa mirada produjo en mí, una sensación de insignificante y de torpe.
Al mirarme se sonrió, nunca había visto una sonrisa tan bella y blanca como esa, en ese mismo instante tropecé con un banco de la plaza, quedando como un tremendo torpe frente a ella.
No sabía donde meterme, había quedado totalmente enamorado de ella.
Me decidí a seguirla, en realidad la seguí, para ver si me animaba a hablarle, estaba locamente enamorado de ella.
La seguí a través del sendero de la plaza. No es que sea un pervertido, pero su figura era casi perfecta y tenía ganas de tomarla entre mis brazos, besarla y hacerle el amor.
Me decidí a hablar con ella, asi que me acerqué y le dije - ¡Hola! Es un hermoso día ¿No?
Esa fue la frase más idiota con la que me dirigí a una mujer en mi vida, mis piernas temblaban mientras esperaba su respuesta.
Entonces giró la cabeza y sonriendo me dijo - Si, es un hermoso día, esta fresco y este lugar es hermoso. Por cierto, ¿Te lastimaste con ese banco? - me preguntó.
Yo no lo podía creer, se habia fijado en mí, me había visto tropezar con aquel banco. Estaba tan emocionado, sabiendo que se había fijado en mí.
Ahora, por lo menos tenía una posibilidad de lograr algo con ella, y ello me hacia sentir muy bien.
Por un momento pensé que tal vez ella estaba enamorada de mí.
De pronto ella dijo - ¿Que pasa?¿Te sucede algo, que no respóndes?
Apresuradamente le dije - Disculpame, no me sucede nada, simplemente me quedé pensando. No, no me he lastimado con el banco.
- ¡Que suerte! - exclamó.
Luego de tomar fuerzas le dije -En realidad, es que te venía siguiendo -.
- ¿Y por qué me seguias? - preguntó sonriendome.
-Sinceramente, porque me he enamorado completamente de tí. No sabia que hacer o que decirte, y por ello te seguí.- le respondí.
Su hermosa cara, se sonrojo y timidamente me dijo -Me pones nerviosa con lo que dices, ya que me halagas. La verdad, yo tampoco se que decirte, desde que te vi allí, tambien me he enamorado de ti. - me explicó.
En ese momento me tembló el cuerpo, me sonrojé y sonreí, como nunca lo había hecho antes. Estaba muy nervioso, pero esta era mi oportunidad, la tomé del bazo y la besé en la boca durante unos cuantos segundos. La besé como si fuera mi último beso. Este era el momento decisivo si ella continuaba besandome, sabría si ella era la mujer de mi vida y le propondría casamiento en ese mismo momento.
Cada vez el momento decisivo se acercaba más, para suerte mia, ella continuó besandome y yo la apreté fuertemente entre mis brazos.
Luego de besarnos por un largo tiempo le dije - ¿Aceptarias casarte conmigo?-.
Ella se sorprendió y riendo me dijo - ¡Pero si nos acabamos de conocer! ¡No puedo responderte eso ahora!
Yo la miré fijamente y le dije - Si este amor nos corresponde, no importa el tiempo que nos conozcamos. Deberiamos casarnos-.
Ella pensó un momento y me dijo - Tienes razón , mi repuesta es : si , acepto-.
En ese mismo momento la tome en brazos y la volvi a besar por varios minutos. Luego arreglamos en encontrarnos al otro día en esa misma plaza.
Al otro día, iba caminando hacia la plaza, cuando por mi cabeza pasaba una sensación de felicidad enorme, me iba a encontrar con ella, mi amada, mi futura esposa, con la que pasaria el resto de mi vida.
Justo antes de llegar a la plaza, antes de cruzar la calle la ví esperandome.
Cuando me vio se paro, y me miro fijamente.
Mientras cruzaba la calle , nuestras miradas se cruzaron intensa y profundamente. Otra vez quede hipnotizado por su mirada, el amor mutuo que teniamos, era inalcanzable.
Mientras yo seguía cruzando la calle para encontrarme con ella, que desde el otro lado me sonreía, sentí como el todo el cuerpo lentamente se me entumecía. Mis ojos que seguían totalmente hipnotizados por los de ella, se me empezaron a nublar lentamente, cada vez más.
Un dolor empezó a recorrer todo mi cuerpo y un terrible escalofrió recorió mi columna y desvanecí.
Al despertar, me encontraba junto a mi esposa y lo unico que deseaba, era que ese sueño fuera realidad.
Al otro día fui a la plaza, inexplicablemente vi a aquella chica de mi sueño.
No lo podia creer, como iba yo a mis 56 años, tener una historia con aquella chica de alrededor de 25 años. En ese momento recordé que en mi sueño yo era joven y no estaba casado.
Aun me pregunto si ese fue un sueño o una historia de mi vida pasada. Habra sucedido algo en verdad con aquella chica en otra vida, me pregunté.
Luego de eso, tuve siempre el anhelo de descubrir la verdad, pero eso era algo imposible.