COMO ARDIENTE RON.



La dulce caña,abriga sin saberlo,
El fuerte ron que me quema las venas;
A veces una bendición tenerlo,
Porque ahoga y mata todas mis penas.


Es ardiente,igual que tu dulce boca,
Y los dos me dominan y me embriagan;
Sin embargo me gusta y me provoca,
A sabiendas que el vicio mal te paga.


Ese vicio y el vicio de tenerte,
Anulan mi voluntad sin remedio;
Pero el licor y el poder poseerte,
Me curan mi soledad y mi tedio.


Yo prefiero beber en ti el licor
Que tu cuerpo rezuma y me lo brinda;
Porque jamás me empalaga el dulzor
De tu boquita mordelona y linda.