En cada esquina te puedo ver.
A donde sea que doble
las gotas se derraman al azar.
Ya nada ni nadie las puede domar.
Procuro dejarte suceder
pero es grande mi obsesión.
Necesito apresarte en ese rincón
y mirándome acercarme desapareces.

Salgo a ver las nubes caer.
Un refugio de mala reputación
me protege del gris en la ciudad.
Ahí donde los cobardes van a ganar.
Procuro dejarte de suceder
eligiendo según mi obsesión.
Necesito apresarte en ese rincón
y siento que me miras desaparecer.

Entre algodones está mi valor.
Me arriesgo a mirar tu número,
pedir otra vuelta y volver a mirar.
Haciendo equilibrio con el delete.
Procuro dejarte suceder
cuando al fin suene el despertador.
Necesito confesar desde mi rincón:
extraño tenerte y poderte perder.