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Inicio / Cuenteros Locales / esclavo_moderno / El arrepentimiento. (Postville, IA. USA 2012)

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El cuerpo le pedía volver a la cama a Rosario, pero el reloj le indicaba que eran las tres de un nuevo día. Contempló a sus hijos y los besó. Recordó a su Leoncio, acribillado en el colectivo cuando iba rumbo al trabajo. Lloró. Sentía que las fuerzas le fallaban para seguir luchando por lo que más amaba. Ya más de una vez se le cruzó por la mente terminar con todo.
Escribió una nota y la dejó en la mesa: “Los amo. Recuerden, así como soy responsable de traer el pan con mi trabajo, su obligación es ir a la escuela y prepararse para el futuro. Y no se olviden de darle gracias al creador”.
Salió, y la silenciosa madrugada oyó su plegaria:
—Dios, dame sabiduría para seguir siendo una buena madre, bendice mi venta de diarios el día de hoy y ayúdame a perdonar aquellos que quieran hacerme daño, amén.

En el bajo suburbio, dentro de una covacha desvencijada con láminas por pared, botellas de licor y restos de cigarrillos, Gabriel se revuelca como animal herido. Desvelado y cansado, no puede olvidar a la pareja de ancianos que atracó y envió a la otra vida: entre el botín había encontrado una Biblia. Ha pasado noches y días enteros leyendo la palabra de Dios. Ahora, él ya no sabe a qué mundo pertenece. Está confundido, y se convulsiona pronunciando la palabra “culpable”. De hinojos, empieza a llorar. Gimiendo, pronuncia la oración que aprendió de pequeño:
—Niñito Jesús, gracias te doy por lo que tengo y por lo que soy, en mi casita mi humilde hogar, lindo santuario de amor y paz, amén.
Atormentado, sale a la calle y aborda el microbús. Baja en una esquina. Y recuerda ese lugar, es el puesto de venta de Rosario, que hacía meses atrás él había robado a punta de pistola.
Observa los movimientos de los transeúntes. De súbito se inicia una balacera. A grandes zancadas, Gabriel se interpone entre los maleantes y la vendedora de periódicos. El cuerpo cae. Los ladrones huyen disparando entre la atemorizada gente.
Grita Rosario:
—¡Una ambulancia! ¡Llamen una ambulancia, por el amor de Dios, que este hombre se muere!
—¡Escúchame por favor! Quiero que me perdones por lo que te robé —suplica Gabriel.
—Calla, no hables. La ayuda está en camino.
—¡No! ¡No! ¡No! Ya no hay tiempo. Yo... yo asesiné a tu marido.
—¿Qué?, ¿qué… dijiste?
—Sí, él estaba con vos el día que te asalté y me reconoció en el autobús.
Ella lo mira desconcertada, y oye nuevamente a Gabriel suplicar:
—Perdóname, por favor. Mirad por vosotros mismos: si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti diciendo: “Me arrepiento”, perdónale.
Ella continua boquiabierta, turbada, perpleja ante la confesión, los sentimientos confundidos hacia el hombre que agoniza: un asesino que le salvó la vida. Su mirada encuentra la cara desdibujada de Leoncio, y vive de nuevo el dolor de su muerte. Los ojos aguanosos buscan el cielo preguntando por qué, y es cuando grita:
—¡Maldito hijueputa, ojalá te pudras en el infierno!

Texto agregado el 04-11-2015, y leído por 620 visitantes. (31 votos)


Lectores Opinan
26-08-2017 Muy bueno. filiberto
19-04-2016 pero él se arrepintió yosoyasi
12-04-2016 Duro texto hermano, que refleja las pasiones humanas, de una manera, hasta dolorosa. Cinco aullidos aturdidos yar
09-04-2016 Esto ya lo había leído antes, y opiné igual que ahora. Es un hijo de p. Clorinda
08-04-2016 siete veces al día vuelve a ti diciendo: “Me arrepiento”, perdónale. Incluso con una, el arrepentimiento es suficiente castigo para el alma y quién no se ha arrepentido de algo más de una vez. excelente. un abrazo ***** pataporc
21-01-2016 Me encantó, un final muy controversial. inalcansable
08-01-2016 Un final bien hijueputa, me ha encantado leerte!! Abrazo JuliaFlorencia
05-01-2016 Me gustó mucho, amigo. glori
02-01-2016 Dura realidad muy bien plasmada. Gracias por la invitación. gcarvajal
22-12-2015 atrapante... Un placer poder leerte!!! fabiandemaza
21-12-2015 El final no esperado, porque todo el rato, el relato nos hizo navegar a ese estado de perfección y santidad de sentimientos en Rosario que ya leía en mi mente anticipadamente su perdón ante el asesino de su marido y amor. Pero no, Rosario es humana, como somos todos y no santos, perfecto final. 5* jdp
19-12-2015 No es tan sencillo escribir diálogos. Siempre aprecio mucho quien lo hace bien. cuentos_de_patton
17-12-2015 muy bueno...***** blasebo
16-12-2015 ¡Cuánta rabia y cuánto dolor!... ese final es terrible, terriblemente humano. girouette-
13-12-2015 Muy bueno, realmente un final inesperado, me encanto, gracias por comentar.***** Besos lagunita
13-12-2015 Tu texto es fuerte y conmovedor. Te felicito por tu buena pluma, no dejes de cultivarla. Saludos Mayte2
09-12-2015 Así se debe escribir un cuento. Con un knock-out final que supere la cuenta de diez y finalice la lectura. -ZEPOL
08-12-2015 Está perfecto, a pesar de haberle salvado la vida a ella, se la había quitado a su esposo, el final es excelente.***** ome
02-12-2015 Tu final me tomó con la guardia baja... Hasta el final parecía una tarjetita de navidad, pero me gusta como lo hiciste (seguro yo hubiese escrito cualquier barbaridad... ;) ) achachila
26-11-2015 gracias por invitarme a leer. asi es la vida eso es lo inpatacte se me puso la piel de gallina. drooty
15-11-2015 Una triste y creíble historia de pérdidas y dolor hoy ocurre a la vuelta de cada esquina la vida no vale nada y el perdón está supeditado al odio que engendraron en nuestro corazón… muy bueno el final ..Cada cual perdona de acuerdo a su sentir …un abrazo y gracias por dejar este cuento rolandofa
08-11-2015 Se me acabó rápido el cuento, como la balacera fue inesperada y breve. Tenés muchos elementos para dar más jugo a este cuento. Me gustó, es fuerte y bueno. las imágenes son muy expresivas. TJ215
07-11-2015 Es tan humana esta historia, es tan bien llevada... tan real. te felicito. Saludos. PiaYacuna
06-11-2015 *****Resulta estremecedor en su realismo. Gracias. Solo_Agua
06-11-2015 fuerte.. la verdad que tus historias siempre conmueven, gracias por invitarme! saludos sanducera
06-11-2015 el asesino se arrepìntió de su acción y creo que fue perdonado yosoyasi
06-11-2015 Un relato intenso, cuyo final invita a reflexionar. Me gustó mucho. glori
05-11-2015 Un gran texto, con un final que es una encrucijada, pero, por mi parte, si esto hubiera sido verdad, no creo que le alcance para su redención. Clorinda
05-11-2015 Parafraseando a sagitarion: "Estimado, qué más quisiera, que sumarme al tono de la retahíla de comentarios que me preceden, no podría hacerlo, sería irme por el camino comodino que sólo tiene, me imagino, —imaginativo que soy— como trasfondo obtener a cambio otra lectura y un comentario." Ni siquiera pienso opinar sobre un texto propagado por los LdV. Saludos. Carloscaro
05-11-2015 (1) Estimado, qué más quisiera, que sumarme al tono de la retahíla de comentarios que me preceden, no podría hacerlo, sería irme por el camino comodino que sólo tiene, me imagino, —imaginativo que soy— como trasfondo obtener a cambio otra lectura y un comentario. Por lo tanto soltaré mis amarras para decirte que me agradó leerlo, por las cualidades literarias que a mi juicio posee, especialmente por el efecto que provocó en los lectores que se dejan ver. sagitarion
05-11-2015 (2) Es un texto de adoctrinamiento, un poco propagandístico, efectista por lo menos. Conociendo tú habilidad literaria para imaginar historias me parece que lo hiciste a propósito. Ambientas bien el tema, una madre viuda que sufre, huérfanos que sufren, un delincuente vicioso y asesino que sufre. sagitarion
05-11-2015 (3) Como efecto subliminal los brazos de Dios cual dos partes del libro sagrado abierto que ahora se consume a “tragos” desesperados como se consumía el licor, ellos atraen al asesino a un regazo donde cree encontrar el perdón divino. También están otros delincuentes, personajes que detonan el desenlace. Un arrepentimiento tardío in artículo mortis y la gran angustia de decidir qué hacer. Finalmente un desenlace tan humano como pudo haberlo sido el perdón concedido. sagitarion
05-11-2015 (4) Esta es la parte que más me gusta de tu texto, porque intuyo en ella un destello de la personalidad del autor. Decirte por último que el perdón, me parece, es como los kilos de los comerciantes voraces, nunca son completos. sagitarion
05-11-2015 El final es sorpresivo y le da peso al cuento. Bien llevado. Abrazo. sendero
05-11-2015 Intenso relato donde el final suena sorpresivo pero se justifica ampliamente... Hay hechos que no se pueden perdonar ni en nombre de Dios, Felicitaciones hgiordan
05-11-2015 La historia es muy buena y original. El final, muy normal. Es una reacción natural de un ser humano que siente. Lo contrario no hubiese sido creído y, desde MI PUNTO DE VISTA, hubiese malogrado la historia. ¡Bravo! Fulla abrazo, amigo. SOFIAMA
05-11-2015 Te felicito por el relato, atrapa desde el principio y no decae su atractivo. Respecto al perdón, comparto plenamente lo que expresa gsap. Un beso. MujerDiosa
05-11-2015 Me encantó. Me atrapó desde el primer párrafo tu atractiva prosa. Podemos estar o no de acuerdo con la actitud de la mujer...pero hay experiencias que hay que vivir en carne propia. Saludos. Rubalva
05-11-2015 Uff qué difícil!! creo que el perdón no es instantaneo ( a menos que hablemos de un "santo") siento que hay que vivir un proceso para asimilar y comprender. La reacción de la mujer fue desde el impulso, la emoción, es una respuesta visceral. Agradezco tu invitación, me encantó tu texto, en forma y fondo. Un abrazo. gsap
05-11-2015 Excelente relato amigo!!! tremendamente humano Felicitaciones! musas-muertas
05-11-2015 !Impresionante relato! Tu narrativa me impactó, porque es salida de cualquier mortal al conocer la verdad de la tragedia de un ser querido. La mujer quiso perdonar, pero en este caso no lo poder hacer, el amor por el marido en su conciencia fue más fuerte que lo que pregona la religión. !Excelente texto! Saludos. NINI
05-11-2015 El se arrepiente después de haber meditado. Ella expresa lo que siente en el momento...quizás con el tiempo pero ahora ¿Quien la culpa? Un escrito muy pensado y diferente. za-lac-fay33
05-11-2015 Ahhhh... Desgarrador y el final; Espeluzante. Es fácil decir, no lo es hacer. Cinco aullidos arrepentidos yar
05-11-2015 El perdón es una virtud divina la venganza es un defecto humano. Un gusto volver a leer un texto de los tuyos, me da mucho placer. Un abrazo! TuNorte
05-11-2015 Es un texto que me encantó pese a su contenido. Realmente ante el arrepentimiento y lo otro me he quedado bloqueada. Me he confundido porque creo hay que perdonar:pero el dolor de ella???? Mis cinco luminosas i***** Un abrazo Victoria 6236013
04-11-2015 y me refiero a la mujer. elisatab
04-11-2015 Otro sentimiento sería inhumano.+++++ elisatab
04-11-2015 Me gusta ese final. m_a_g_d_a2000
 
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