Eran las 5:45am, estaba entre dormido y despierto, despues de sonar la alarma del despertador de mi celular. Se me presentó la siguiente revelación:

Me levantaba para encender la luz y no podía, volvía y me acostaba, la luz de mi habitación se había quemado. Me recosté y escuché una voz, era la voz del Señor, me dijo:

-José, José no puedes maltratar tu cuerpo así, tienes que amarlo, no caigas en la lujuria, controlate!

Al poco rato luego de escuchar la voz de Dios tan dulce y agradable, escuché unos ruidos en la sala, la cocina y en las habitaciones, era el espiritu maligno que había acabado con las luces de los bombillos quemándolos.

Vi aquel bombillo de la cocina guindando casi al suelo.

En ese mismo instante fui a despertar a mi madre para contarle lo sucedido. Fuimos a la cocina, ella sujetó un palo para defenderse, y yo con el rosario y la cruz de San Benito en mis manos. Lucifer estaba agachado debajo de la meseta. Mi madre empezó a darle palos y lo reprendía. También le ayudé con la invocación al Espiritu Santo y se iba alejando hasta desaparecer.

Desde que despierto y vuelvo a la realidad, me puse de rodillas pidiendo perdon a Dios y rezaba el rosario de la Divina Misericordia.