Detrás de la puerta siempre hay cosas al que no me gusta escarbar, una habitación repleta de polvo y telarañas, sucia y desordenada.

Un lugar dónde pernoctan los fracasos y desilusiones, los desamores y tropezones. Las metas no cumplidas de un año, el que imagine que sería diferente a los demás, lleno de los objetivos propuestos hechos realidad.

Tengo pánico, miedo a nuevos fracasos, en este año que acerca a pasos agigantados, sin embargo, luego cavilo y me pregunto- ¿Cuál es el problema de mirar a la cara, enfrentar a las añoranzas no logradas? No siempre es negativo echarles un ojo de vez en cuando, aprendes de los errores, además por algo nos equivocamos, no somos dioses, si lo fuéramos el existir sería muy aburrido y no tendría sentido.

Prefiero, elijo ser mortal, humano que puede pararse si es que se cae a ser un Dios que todo lo sabe y todo lo hace perfecto.

juanpa.sc@gmail.com