No nos podemos quedar cortos
en los versos y los besos
cuando la musa se aparece
porque en breve también se desaparece.
para quien escribe hay muchos cielos
así tenga que pasar muchos desvelos
y muchos quieran llevarlo a los infiernos,
pues apacigua la tormenta con los versos.
El poeta tiene las llaves de la noche
la que nos lleva a descifrar los misterios
y a acercar un poco más los astros.
Cuando la musa nos sorprende sin inspiración
hay que sacar del cofre las palabras
para que la musa nos de sus caricias.
Texto agregado el 27-12-2015, y leído por 135
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