| Rojo (R)
 En un principio el verbo se hizo carne
 y piel, y sangre, y vino al mundo a descubrir
 una respuesta. Creó un sol y un suelo
 uno arriba y el otro abajo.
 
 Vio todo lo que había hecho; y era bueno.
 
 Hizo el agua y la nombró, puso peces, ríos, lagos
 a la tierra la tejió como un sueño que tuvo,
 donde bajo un árbol se vio convertido en bosque
 y de nuevo en rama, en hoja y en fruto
 el que imaginó rojo como el deseo
 de verla tan cerca y tan lejana.
 Hasta que un día la carne se hizo verbo
 y el rojo se convirtió en palabra:
 
 Eva - al fin dijo.
 
 Y Eva respondió.
 
 
 Verde (G)
 
 El aire exige un pago por permitir
 que las plantas críen a estos hijos de las rocas
 a esta mezcla de agua con barro,
 las voluntades verdes hechas carne
 a modo de una figura maternal.
 
 Porque los arboles guardan en sus hojas
 una secreta intención de movimiento
 las que roban a los seres en las sombras
 huyendo, en los pasos de los hombres.
 Permiten a su vez, a las aves penetrarlos,
 porque ellos saben, que en el coito,
 está el secreto de volar.
 
 
 Azul (B)
 
 Hay un recorte de agua azul
 por donde un capitán, mira, a lo lejos
 un reducto pequeño y melancólico
 que le trae las conversaciones
 con un amigo que tuvo y se mató.
 Recuerda una historia que contaba:
 
 "Una vez una chica rara conoció a un chico raro
 y le abrió su corazón y su alma.
 Así, gratis.
 Y al chico le pareció todo raro,
 muy raro.
 Así que al final, hizo lo único que parecía sensato:
 Entró en ella. Y se quedó"
 
 
 Blanco (RGB)
 
 La síntesis aditiva de los colores
 rojo, verde y azul
 dan el valor acromático blanco,
 que es igual en consecuencia a la fotorrecepción
 de una luz intensa constituida
 por todas las longitudes de onda del espectro visible,
 por tres longitudes de onda (larga, media y corta)
 o por dos longitudes de onda complementarias.
 como el prisma marino de los muertos
 o el oropel absoluto de las cosas
 del reflejo que deja una calle al mojarse
 un olor a pasto húmedo que trae consigo
 los recuerdos de los libros de la infancia
 que brillan presentes en la memoria:
 Como un niño / que enloquece por amor.
 Un ser tembloroso de hojas secas
 y muchos fantasmas, una procesión
 de ideas que no cuajan, una tabula rasa
 donde se pone un punto aparte,
 y se escriben unos versos que no pegan,
 con colores diferentes,
 porque en resumen
 odiamos el vacío.
 
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