Es el petroleo de los días miércoles
sobre las aguas, en el tornasol
de nuestro mar urbano, el que lo contamina todo.
Y es el tráfico impune de hojalata y pánico,
y el material de plástico en la boca amarga,
y el horrendo espectáculo ceñudo en los andenes
haciendo tambalear de frío nuestras almas.
Ásperos rempujones bajo tierra,
raseros de los miércoles.
En la oficina el humo de los miércoles.
Siempre los miércoles nos malogran las alas/ y el aire.
Texto agregado el 13-01-2016, y leído por 97
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
16-01-2016
Y el miércoles luego no es nada. Está a la mitad de los inicios falsos de Lunes y las promesas vacías de los viernes. TJ215
13-01-2016
Por eso decimos que es un día...de miércoles, jajaja Saludos ome
13-01-2016
Pintas a la perfección un escenario pesimista y crudo en relación un día miércoles. Me ha gustado.
Un abrazo dulce. gsap
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