Se encontraba disparando amor,
aquel pequeño querubín alado,
uniendo a las parejas con fervor,
un gran flechazo salió disparado.

Atravesando todo el corazón,
hizo caer a alguien de su árbol,
y con sus ojos lo primero que vio,
fueron bellos ojos color de mármol.

Y sus ojos miraban diferente,
ahora sólo miraban al cisne,
el cisne le voznaba bellamente.

Que la amaba quería decirle,
pero él no podía claramente,
al ulular era inentendible.