En el huerto del Eden Dios identificó dos árboles: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios también específico al hombre: del árbol del conocimiento del bien y el mal no comas porque si lo hace  ciertamente  morirás.  Eva persuadida por la serpiente  (El dragón antiguo o satanás) comió y dio a comer a Adan y así desobedecieron el mandato de Dios. Aparentemente Satanás tenía razón ya que el hombre no murió físicamente de inmediato, Adan vivió mas de nueve ciento años y luego murió. Pero espiritualmente el hombre murió en el huerto del Eden del cual fue expulsado.

Si el hombre se hubiese mantenido en el huerto del Eden sin comer del árbol prohibido, no hubiese pecado jamás, ya que no hubiese tenido conocimiento del mal, conocer es igual que hacer e inmediatamente conoció el mal es porque  hizo el mal. Lo vemos en el mismo caso de Adan y Eva, cuando les llegó el conocimiento ya ellos habían hecho el mal de desobedecer a su creador. Sin duda el ser humano no fue diseñado para vivir en un sistema de dualidad, sino en un sistema simple y natural de obediencia a Dios, de luz, de vida, de amor y de verdad