Érase una vez una madre con dos hijos.
Dio la casualidad que los dos, él y ella, se casaron casi al mismo tiempo.
Una vecina de esta madre, al encontrarse con ella cierto día, le pregunta:
___Dígame, doña Raquel ¿Cómo le va a su hija en el matrimonio?
A lo que la mujer le contesta:
___No podía irle mejor, imagínese que su esposo hasta le lleva el desayuno a la cama!
La vecina le pregunta ahora por su hijo y la mujer le responde:
___Ni me hable, es un desgraciado… hasta tiene que llevarle el desayuno a la cama!
Omenia
Este cuento me lo hicieron hace muchos años y me pareció gracioso aunque en realidad no es mío y no tengo idea de quién sea.
Texto agregado el 05-03-2016, y leído por 293
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