Consagrado silencio extiendo sobre tu recuerdo.
Me embistes los sentidos cada vez que apareces sin previo aviso.
Otras tantas te invoco en el momento exacto en el que comienzo a dejarte ir.
En las ocasiones restantes, saboreo el temor.
Temor al olvido. Temor a ya no pensarte.
Temor a las horas libres cuando mi psiquis ya no te evoque.
Temor a la indiferencia. Temor a ya no desearte.
Temor a la nebulosa de nuevas búsquedas para reemplazarte.
Temor a la ausencia. Temor a ya no más tú.
Temor al espectro de sensaciones que invadirán el lugar que ocupaste.
Temor a vaciarme de ti.
Temor a olvidarte.
Temor a aceptar que sin ti mi vida aún tiene arte.
Temor a mí sin ti.
Texto agregado el 11-03-2016, y leído por 36
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Lectores Opinan
12-03-2016
Tu actitud, de duelo y de plegaria, cruza errante la explanada inmensa del temor a la soledad y expresa el desconcierto y la duda de sumergirte en una noche reticente de auroras. Temor que crece como el rugido del volcán pronto a expeler su entraña. Pero la vida retoña, el amor regresa, la ilusión florece aunque sus raíces se hundan en las grietas de una tumba. -ZEPOL
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