Desde el lejano Japón llega al zoológico de Berlín la petición de aceptar a veinte pingüinos: seis hembras y los restantes machos. Las hembras hicieron pareja y comenzaron a poner e incubar sus huevos. Entre los restantes al no haber más hembras surgieron unos cuantos que no mostraban interés en la situación , y otros cuatro  que de repente formaron pareja con su mismo sexo.  
Esto sorprendió a los biólogos,no supieron manejarlo, y buscaron a quien recurrir. 
   Así surgió la pareja de Miguel Ángel y su compañero Marcelo. El tiempo avanzaba y llego  la época de la  crianza: ambos hicieron un nido, y comenzaron supuestamente a empollar.¿Pero de dónde podrían dos machos conseguir los huevos? Las otras parejas formadas por machos hicieron lo mismo, uno buscaba la comida y se la traía al otro, mientras éste cumplía con incubar su huevo imaginario. 
   El Zoológico estaba alborotado nadie entendía nada mientras los pingüinos no permitían ningún acercamiento a sus nidos. Hasta que en una noche sucedió algo raro: a Macelo y Miguel se los vio caminar varias veces hacia la pingüinera de las  hembras, pero aquí solamente se encontraban los huevos a incubar y abandonados por sus madres que habían salido de parranda, entonces Marcelo y su pareja robaron los huevos y rodando los llevaron a sus nidos vacíos. Las hembras al volver y no hallar a los huevos, felices de librarse de tan incomoda situación, no dijeron nada, al contrario seguían saliendo y festejando noche tras noche.  
   Llegó el momento de la eclosión y en los nidos de las hembras no se produjo ningún nacimiento.  
   Pero una de esas mañanas aparecieron Marcelo y Miguel Ángel con dos amorosos polluelos y casi simultáneamente otras parejas, algunas hasta con tres pichones.  
    Se suscitó un gran alboroto y la prensa difundió lo siguiente:  
         " Cuatro parejas de pingüinos machos, en el Zoológico de Berlín procrearon varias crías cosa absolutamente imposible, pero que aconteció." 
Los machos sí que sabían, pero no podía hablar, y las hembras menos, contentas de haberse sacado el problema de encima  
   "¿Y si lo pueden hacer las avestruces, por que no ellas?                |