| Momentáneamente perdidosiento el degradar de mi juventud,
 se deteriora lentamente con el paso de los años
 y las ultimas llamas de la estación,
 mientras el tiempo marcha a toda prisa
 con su marea de caos perfumados
 y sus gritos de desolación,
 esos gritos que llegan con el viento
 y se filtran en el corazón,
 un respiro, un suspiro y se va
 la vida en el olvido cual estrella fugaz,
 y este síndrome podrido de jugar con la muerte
 y envenenarse lentamente no quiere terminar,
 acelerando así el proceso de arrojar al polvo el esqueleto
 y derramar por completo aquel veneno
 que supimos sembrar y cosechar,
 las trabas de esta vida parecen no importar,
 cuando las arrugas se percatan
 del senil orgullo en nuestros ojos,
 llenos de sangre, amor y odio,
 e imágenes grabadas
 que hablan sin decirnos nada
 sobre nuestros miedos y valor,
 de pronto, solo se baja el telón,
 y partimos solamente
 con dudas indiferentes,
 con las cartas en la mesa y nunca en paz,
 y es que al advertirlo de repente,
 todos los cadáveres se parecen,
 cuando yace insustancial ese estropajo,
 esa cascara que fue hierro y también barro,
 ese cuerpo que no es cuerpo sin su amo
 
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