| Esta espina que está anclada,al cerebro o al corazón,
 (ciertamente no lo sé,
 Y no creo tampoco realmente que importe)
 pare insomnios insostenibles
 y un tifón de malestar
 
 Qué lindo que este octubre
 estalle en llamas en tu mirada,
 Y que te regocijes en la miseria
 de mi nada y tú nada,
 y que juegues a ser reina
 de tu trono imaginario
 
 Que tortura, que injusticia,
 estas noches que te escupen
 y borrachas te discuten,
 y yo solo, completamente solo
 las escuches, y que nunca te enteres
 y que nunca te quieras enterar
 
 Hermoso, precioso,
 que me quieras tanto
 tanto como para ponerte algodones
 en tus oídos y hacer de cuenta que nada pasa
 cuando realmente, está pasando todo,
 el tiempo, la risa, el dolor
 
 Ahora, mas ahora,
 que esta lengua borracha habla por hablar
 y se angustie con palabras
 que abordan metafísica,
 y un lecho que se enfría
 aunque lo alumbre el sol
 
 Suerte y sueño el mío
 en el que puedas aprender
 que la soledad es tan pura
 que circula en mis arterias
 provocado un ACV
 
 Y en este cuento sin final,
 que su final no será el del mismo
 Sino más bien el de la vida,
 te tomes tu receso,
 y simple e impune como el viento
 rompas del techo a los cimientos
 el aprecio que te tengo,
 viejo  simulacro de cariño
 que finjo y no tener.
 
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