PLATA SUCIA Octubre de 2016
Escucho los disparos , parecían lejanos, un arma de pequeño calibre pensó entre dormido, al rato los ladridos de su perro lo alertaron y cuando el ruido que hacia la reja al ser sacudida por las encaradas furiosas del Negro, decidió levantarse, encendió la luz del frente de la casa y no vio nada raro , le pareció que el perro tenía algo entre los dientes, busco y se colocó un abrigo y se acercó a la reja de entrada y comprobó que lo que sostenía el animal, era una bolsa de plástico, ensangrentada que contenía lo que le pareció yerba, y varios rollos de dinero. Abrió la reja y pudo observar en la vereda un reguero de sangre , sobresaltado, cerro nuevamente e ingreso a la casa nuevamente, miro el reloj eran las cinco y media de la madrugada y dentro de poco amanecería. Metió la bolsa debajo de la cama e intento dormirse nuevamente, cuando la sirena de la policía y de ambulancias que pasaron velozmente lo desvelaron por completo.
Acostado, pensaba en cómo había cambiado su barrio, de ser uno de los más placidos y tranquilo de la ciudad, se había convertido , lo mismo que los demás en un aguantadero, la droga hacia estragos entre los jóvenes, y lo que era peor entre los niños, la plaza se transformaba de noche, las luces de los porros parecían luciérnagas que se prendían y apagaban los gritos, carcajadas , corridas y peleas y a veces disparos eran cosa corrientes lo mismo, muchos de los que les vendían bebidas alcoholicas aun siendo menores era cómplices de lo que ocurría, numerosos padres se enojaban cuando alguno les decían cuida a tus hijos, tiene malas compañías, van a terminar mal ,las patrullas municipales pasaban muy poco y nada por el barrio,al igual que los coches policiales igual, y cuando pasaban desde lejos se veían sus potentes luces que advertían a todos que se aproximaban aprovechando para esconderse. En algún momento se quedó dormido.
Al otro día cuando salía para el trabajo, vio las manchas resecas de sangre en la vereda y al llegar al esquina, un grupo de vecinos reunidos comentaba que habían encontrado a un joven muerto de dos tiros , justo en ese lugar, en medio de la bocacalle. En ese momento recordó la bolsa debajo de la cama y decido volver,
Limpio las manchas de sangre en el piso, traspaso en contenido de la bolsa a otra limpia, y recién entonces pudo ver que era marihuana prensada suelta , el resto en bolsitas,, papel para armar porros y varios rollos de dinero, además de billetes sueltos.
Sumaban casi quince mil pesos, la primera intención fue entregar todo a la policía, pero sabiendo cómo funcionaba la burocracia, los viajes que tendría que hacer para declarar, los interrogatorios que tendría que soportar, las sospechas sobre complicidad, los comentarios de los vecinos comenzó a dudar; Termino de convencerlo de quedarse con esa plata sucia, el hecho de que el joven muerto era un desconocido en el barrio y aun de la ciudad. Compro pañales para el geriátrico, leche para el merendero, y se dejó unos mangos para ir al casino, donde triplico su inversión a pesar de los años transcurridos, nadie lo molesto con preguntas y nunca sintio culpa alguna.
Agustín Secreto Derechos reservados