Por fin, no hay nada como llegar a su casa, poder descansar y quitarse la rutina de encima.¡

-Siempre dices lo mismo.

Qué quieres de cenar?

-No hay nada verdad?

Compraste algo para que cenes?

-Mmmm... bueno, sólo un café.

Qué tal si compramos una pizza y vemos esa película de terror para que me abraces?

-No, no creo, mañana debo estar listo temprano, y no quiero desvelarme.

Entonces ya descansa, apaga el monitor y ven a acostarte conmigo, ándale.

-Voy a checar un rato la computadora, ahorita te alcanzo.

Está bien, dejaré tu café en la mesa y a un lado unas galletas que te traje, ya sabes que yo siempre pienso en ti.

-Ja, ja, ja, que foto tan graciosa publicaron¡¡
Si, gracias.

Que descanses.