Cuando anochezca y
en tu lecho te postrés
y de frío trepidés...
sin que sepás cómo o desde cuándo...
te envolverá la silueta de mi sombra
y por tu espalda mi chispa te recorrerá
y entonces te acordarás de mí...

Tu cabello lo notarás alborotado
y en tus oídos resonarán
los susurros con el tono de mi voz...
y entonces pensarás en mí...

Te envolverá en esos instantes
la claridad del sentimiento...
ese sentir distino,
tan hermoso como tus ojos...
y entonces, llegaré otra vez hasta ti...

Y mi beso sin esperarlo
en tu nuca se desvanecerá...
y entonces, sólo entonces,
ya te habrás enamorado de mí...

Junio, 2009