Hola amigos:

Yo siempre he considerado a la mujer superior en todos sentidos al hombre. Me baso en lo anterior en alguno sencillo: el sentido común al observar el comportamiento de los seres humanos.
Todavía no hace mucho tiempo se consideraba a la compañera del hombre como un apéndice del mismo, dedicada a satisfacer los deseos de su macho, cuidar a los niños y trabajar sin sueldo arreglando la casa. Las cosas han cambiado. Les contaré una anécdota que la pasó a mi primo con su novia, su futura esposa:

—Elvira, me da gusto que pronto desposes a mi hijo, por eso quiero comentarte algo —dice la futura suegra y agrega: — a los hombres se les conquista y se les mantiene contentos por el estómago, así que te ayudaré dándote unos consejos sobre cómo debes cocinar y con eso tu matrimonio andará sobre ruedas.

—Me dijo mi mamá que te instruyó sobre las concupiscencias culinarias que harán felices a nuestro matrimonio —dice el feliz novio.
—¡Concupiscencias culinarias! —exclama Elvira— tú y tus concupiscencias culinarias se van a re-chingar a tu madre.