Abordemos confiados el tren ¡Bienvenido, 2018!

Dentro de pocas horas el tren que nos transportó a lo largo de este año llega a su última estación. Es hora de despedida. Quedarán atrás los sueños, las frustraciones, las penas y las alegrías que nos acompañaron.

Estallarán luces multicolores sobre el negro telón del cielo dando la bienvenida a un nuevo capítulo de nuestras vidas. El nuevo tren que sale está destinado a conducirnos por caminos de abundancia, amor y paz. Cada vagón tiene su nombre: perdón, perseverancia, integridad, solidaridad… y casi arranca su marcha.

El año vivido casi pasó. Faltan los años por vivir. Es hora de pasar la página y para comenzar de cero; de conciliar, de trabajar con renovados bríos, de perseverar y de ser más reflexivos cuando tomemos decisiones que afecten a los que amamos o a nosotros mismos.

Caminemos por el andén. La puerta está abierta esperando que subamos al tren para un nuevo viaje. viajaremos al futuro incierto plenos de fe y esperanza.

La vida es una escuela donde aprendemos que quienes actúan de cara al sol, con propósitos firmes, que luchan con denuedo, son quienes pueden ver las estrellas de bendiciones que hay en cada noche oscura.

Demos gracias a Dios por todo lo que vivimos y por año nuevo que nos regala. A AQUÉL, que por Su soberanía y Su gran misericordia nos concede el privilegio de empezar de nuevo.

Alberto Vásquez Díaz.