| Anoche ,Nochevieja, evocábamos a los familiares que ya no están y nos asaltó tu recuerdo, al cabo de medio año de tu muerte.Por estas fiestas,como buen gourmet, te deleitabas con buen jamón ibérico, mariscos,exquisitos quesos y patés, ahumados...
 Nuestra centolla fue el disparador de los recuerdos, la madalena de Proust y alguien dijo: " A tío Eugenio le encantaba el buey de mar".
 Pasamos un buen rato evocando tus historias de enfant terrible.
 Te fuiste a París con dieciséis años , según me explicaste después por no morir por las pedradas de tu hermano Antonio.
 " Tenía mi hermano muy mala leche. A la mínima se liaba a tirar piedras. Yo era más chico pero le respondía. Así que siempre andábamos con " escalabraúras"
 Así dijiste.
 Sí, te fuiste a Francia y allí te mandábamos periódicamente las cartas que te escribíamos.
 Desde pequeña era yo la encargada de escribir esas misivas. La abuela sabía leer y escribir pero era yo quien te noticiaba cómo iba todo en la familia y en el pueblo, que habías abandonado por miedo a tu hermano.
 Eran los estertores del franquismo , una época en gris dominada por la violencia: pegaba el cura, el maestro, el padre, el hermano mayor, etc.
 Yo creo que ahí puede radicar mi afición a la pluma. Era muy pequeña y me veo sentada a la mesa camilla, escuchando lo que la abuela, tu madre, me dictaba.
 "Este año la cosecha está siendo buena", " Se ha muerto tía Petra" ,
 " Tus hermanos te mandan recuerdos"...
 Yo me ponía muy seriecita para la ocasión y obedecía la recomendación de hacer clara la letra.
 Y luego supimos por ti que habías aprendido a leer y escribir solo para contestar las cartas de tu madre.El colegio , como a muchos superdotados, te aburría y de pequeño lo frecuentaste poco, burlando la vigilancia de maestros y familia, en época de " la letra con sangre entra".
 Nadie en la familia se admiró por ello pues sabíamos de tu aguda inteligencia.
 Fue la añoranza de tu país y tu familia lo que te hizo aprender.
 Como yo me enamoré de las palabras en una mesa camilla con tapete de ganchillo escuchando a la abuela.
 
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