Ya no me basta,
con el saber que existes,
y la inmensa alegría
de poder presentirte...

No me son suficientes
tus besos a distancia
tu voz que es tintineo,
tu voz que es el arrullo,
que te trae a mis sueños.

Tus palabras que leo
con deleite morboso.
Te describen y anuncian
como una aparición,
que anticipan la dicha
de creer que en el tiempo
has de venir, y pienso
en la cita que a mis brazos
te entregará ...por fin.

He salido a buscarte,
donde nunca has estado,
escribiendo tu nombre,
en las plazas y calles,
preguntando a la gente
si te ha visto venir.

Y cansado en la noche
te pienso hasta dormir...

y es entonces que llegas
te metes a mi lecho,
y suavemente dices:
"Amor, ya estoy aquí ".