TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / jaimecas / Miedo a las caidas

[C:587002]

- Ahora si tengo un poco de miedo de lo que vamos a hacer.
- Si quieres nos devolvemos.
- No, tranquilo. Lo controlaré mientras caminamos.
Camila se detenía cada cierto tiempo, apretando fuertemente el brazo de Jaime. El acantilado que estaban tratando de rodear era bastante alto. Ella quedaba paralizada cada vez que al dar un paso dudoso, miraba hacia abajo y encontraba aquella caída amenazante frente a sus ojos.
- Oye, tranquila. Vamos bien. Creo que después de rodear esa punta que está allá, deberíamos poder ver la costa empinada.
- Ya. Dame un respiro.
Ella se sienta por un momento en una roca cercana, mientras Jaime la intenta tranquilizar, sobando su espalda. A pesar de su serenidad facial, él también tenía un poco de miedo de lo que estaban haciendo. Habían viajado kilómetros con el objetivo de mirar las costas escandinavas, y les quedaba muy poco.
- ¿Logras relajarte?
- No sé como tú estás tan tranquilo
- Quizás no lo estoy -le dice sonriendo-. Pero me gusta poder aparentarlo con mi cara.
- A mi me gustaría poder llegar pronto.
Les quedaban un par de metros para poder llegar a la punta que Jaime había indicado, por lo que caminaron rápidamente hasta llegar a ella. Una vez ahí, él fue caminando lentamente hasta poder apreciar desde el borde del acantilado una especie de cráter volcánico típico de la zona. Apenas alcanzó a verlo, cuando rápidamente sintió el vértigo en su cuerpo. Se lanzó de un golpe hacia atrás y calló de espaldas sobre el suelo.
- ¡Oye! ¡no me hagas estas bromas! -gritó Camila a lo lejos, con el ceño fruncido-.
- Disculpa, es que era muy alto -respondió, también gritando-. Quizás si me acompañas no me daría tanto miedo.
Camila suspiró como resignada y se acercó caminando hacia donde Jaime. Lo tomó de la mano para ayudarle a levantarse, para luego comenzar juntos a acercarse al acantilado. Cuando comenzaban a llegar al borde, decidieron agacharse lentamente hasta quedar con sus cuerpos recostados sobre el suelo, y se arrastraron hasta tener solo sus cabezas asomadas mirando el precipicio. Jaime comenzó a sonreír nerviosamente.
- Me encanta como se ve todo el suelo rocoso. ¿Y a ti, Cami?
- Me da un poco de miedo la caída.
- Querrás decir, la altura.
- No, no. La caída. Imagina lo que debe ser caerse y estar desesperado por unos cuantos segundos para luego no existir más.
- Pues, puedo imaginarme la caída. Me lancé en Bungee unos años atrás. Pero dejar de existir… Nunca he dejado de existir, así que no sé cómo dimensionarlo -mira a Camila con una sonrisa-.
- Igual me da miedo eso. Y caerme.
- Pero seguimos vivos.
Jaime le da un beso en la frente. Ella lo mira con ternura y se acerca a él para abrazarlo. Se quedan un buen rato así.

Texto agregado el 06-05-2018, y leído por 35 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
07-05-2018 Lindo relato, me gustaron los diálogos, pero el final no me convence. Un abrazo, sheisan
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]