Analizando descubro,
que nada fue, nada paso...
Solo un triste despertar
en la niebla de los ojos
que no ven más allá...

Se nublaron de rencor
fueron muriendo en él,
sin poder arrancar la hierba
que los mantiene alejados,
separados sin clemencia.

Al sur de aquel cuento
narrado con amor y devoción
nada aconteció, solo triste
el silencio abunda en su tinta.

La apariencia se rehusó hablar
el tiempo no deja de pasar,
y de esta manera nadie se salva.

Todos los versos quejosos
se van enfrentando al huir,
no desean partir sin despedida.

Aún hay tiempo, entre el rencor
el perdón que impide
que la armonía sea un fantasma
en una mueca de teatro.

Ni un portal sin destino, sin parpados
solo existe un camino,
es recomenzar a transitar ahora,
antes que cunda el pánico
en el destierro sin final...

ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO