Eres la me guarda
más allá de lo demás.
La que supo leer
entre las líneas
gastadas de la mente.
La que me salvó
de una impronta
enajenación, locura...
Eres...
Y:
Te rechacé:
en aquel oscuro
instante
quedó
tu pie
en mi mente
grabado.
Tu voz
en mi alma
desterrada.
tu tacto
por mi cuerpo
rechazado.
No recuerdo
más allá
de tu pie,
nada.
Sólo sé
que quise
escaparme...
que quiero
al igual
que entonces,
huir.
Eres...
el único motivo
eres...
yo no .
Texto agregado el 28-05-2003, y leído por 226
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
28-05-2003
Empieza de una manera que se nos hace como conocida, predecible hasta cierto punto, y después hay un cambio muy fuerte: de aceptar que aquel amor era lo más importante se pasa al rechazo, grabado en la huella de un pie. Hay que haber pasado algo de dolor para reconocer eso. Muy bueno... romero
28-05-2003
Se lo dedico a las personas que estuvieron ahí... aunque no las vi. perse
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