Iban siete

De día nadie te ve
De noche verte no han de querer.

Pausadas las horas pasan
Larga espera para el que aguarda.

Arribas de noche, es la creencia
más atemporal es tu presencia.

Por fin la noche ha caído,
de espectros se llena el lugar,
no por que hayan llegado,
sino porque se dejan mirar.

Algunos que no tienen ojos
de ti se pueden mofar,
sin saber que ya de abrojos
su camino han de formar.

Más a ti te he esperado,
entre té y pan saldo
a que ya diera las doce
pa’comenzar el salao.

Bienvenida seas mi flaca,
tanto gusto de tenerte
por ésta que aún es mi casa …
antes de que tú me lleves.

Pasaremos ahora a la mesa,
hay de ponche y hay de horchata
pa´los muertos calabaza
y pa´mi flaca dulce en tacha.

Pa´los peques hay de dulce,
pa´los fieles harta fruta,
y pa’quellos que deambulan
sin saber si muertos andan,
un poquito de tequila,
y dos tantos de charanda.

Ven mi Huesos que es tu día,
La Catrina por mal te hablan
cuando a todos por parejo
de tu abrazo no se escapan.

En la rambla hacen cause
de tantísimos que llevas
solo verlos me dan pena
¡Ah que jija!, se lamentan.


Yo por eso, hoy me siento
muy a gusto de tenerte,
que entre tanto trago y trago
te aseguro que no hay pierde,
tu llenándote la copa,
yo esperando a que me lleves

Más el destino es canijo
cuando la contra nos da.
Ahora quedo esperando,
pa’la próxima, ¡Dios dirá!

Tabaleándose se va
con el mezcal en la mano
y gritando desde allá:

¡ahí te dejo tu mi hermano,
yo me largo a descansar,
mucho bueno está el trago,

-y la cruda va estar más-.

¡Que se me hace que adrede
me has tratado emborrachar,
… iban siete ya con ésta
y no más no te puedo llevar!

Yo tan solo me sonrío,
con la mano vuelta alzar,
y pensando, -pa’la otra,
el sotol no ha de faltar-.

Ailed Zull Zayhev©