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EL SABROSO PAN MUERTO
Beatriz tuvo que tomarse un tranquilizante, para no flaquear. Comenzando apenas el mes de noviembre, pensaba y meditaba en la situación difícil de salud que presentaba su marido Beto.

En la mañana sufrió un infarto al corazón en el salón de música mientras ensayaba y estaba muy delicado. Por la tarde iría su esposa a visitarlo al hospital.

Por el infausto accidente fueron suspendidas todas las presentaciones artísticas que ya estaban firmadas en la ciudad de México. Los esposos tenían un conjunto musical de mariachis en donde Beto fungía como director y su esposa Beatriz era la solista principal.

Esa mañana estaban ensayando para una presentación muy especial que tendrían por la noche y que se ha establecido todos los años como una fiesta muy tradicional en todo México: la conmemoración de los Santos y Fieles difuntos los primeros dos días del mes de Noviembre. Beatriz no presenciaba el ensayo, porque se encontraba en la cocina preparando los dulces y platillos con su famoso pan de muerto muy típico y de tradición familiar en esos festejos populares.

De pronto, en pleno ensayo en uno de los recorridos de una canción con tonalidades muy altas, se escuchó un desafinado alarido producto de una presión muy fuerte que Beto sintió antes de ir a parar en el piso retorciéndose del dolor con sus dos manos sobre el pecho. Su gordura en ese momento era su mayor enemigo, pues entre todos los músicos no podían levantarlo y menos cargarlo para llevarlo hasta el hospital. Tuvieron que Llamar al cuerpo de bomberos para rescatarlo y ser enviado con urgencia al hospital más cercano.

Beatriz llegó al centro hospitalario por la tarde y lo saludó con un beso en la mejilla. El inefable gesto fue aliñado con un susurro de reproche por su gordura que molestó al impertinente de su marido.

El hombre harto por tanta peleadera, refutó el comentario de su mujer diciéndole que no pensaba cambiar. Estaba demasiado gordo y era muy propenso a continuar engordando si no se cuidaba.

Mientras discutían en una típica disputa familiar entre marido y mujer, regresó el médico con los exámenes en la mano que le habían practicado más temprano. Les notificó al paciente que tenía dos arterias completamente tapadas y que debía ser preparado de urgencia para salvarle la vida. Le harían una intervención quirúrgica de corazón abierto para el día siguiente.

Ambos se pusieron muy nerviosos, pero la mayor desesperación se presentó en el enfermo al tratar de atajar la decisión del médico con el argumento de que el mismo día de la operación iba a recibir un crédito bancario que le habían otorgado para la compra de nuevos instrumentos para su banda de mariachis. Le pedía con vehemencia que aplazara dicha intervención quirúrgica una semana más.
El doctor estupefacto y molesto le reclamó su torpeza. Se impuso sugiriendo que la intervención no podía posponerse, porque corría el riesgo de morir, sí no lo hacía. Además le hizo saber que era el mayor disparate que había escuchado en toda su vida.

El médico le profirió unas palabras sarcásticas antes de salir de la habitación, pensando simplemente inculcarle con ello un grado mínimo de sensatez. Al siguiente día, vendría bien temprano a recogerlo para llevarlo a pabellón con la esperanza de realizarle una operación muy peligrosa, pero necesaria en aras de mejorar su calidad de vida.

No obstante, esa noche el paciente no pudo dormir por la insensatez que lo dominaba, pues tenía que escoger entre salvar su vida o proteger el otorgamiento del préstamo. Beatriz trataba de llevarlo por la ruta segura de la cordura, pero el gordo no escuchaba y menos acataba ningún consejo.

Toda la madrugada estuvo despierto con la desazón revoloteando en su cabeza, mientras su esposa preocupada y con la angustia reflejada en su rostro, rezaba para que su gordo tomara la mejor decisión y acatara las ordenes del médico.

Medio durmieron un poco y cuando la mujer se despertó todavía somnolienta sin amanecer siquiera, notó con desesperación que su marido se vestía para abandonar el hospital privando en él la imprudencia y la falta de respeto por su vida.

Cuando ya se disponía a salir, la angustiada mujer se interpuso en su camino en un último esfuerzo por hacerlo cambiar de parecer. Lloró y rogó invocando a dios para que no cometiera semejante disparate, pero no lograba avanzar en su propósito de atajarlo, así que se le ocurrió como ultimo recurso algo que detuvo las intenciones del hombre por marcharse abruptamente del hospital.

Le gritó con furia jurando por dios que si sucedía por su irresponsabilidad una desgracia con su vida, jamás iría a visitarlo al cementerio y que tampoco le haría más su sabroso pan de muerto que tanta fama ostentaba en su seno familiar.

Un corriente de aire tenebrosa y fría recorrió el cuerpo voluminoso de Beto al recordar que iba a ser operado el día de los muertos retumbando igualmente en su mente, las palabras que el médico le había recitado antes de marcharse luego de su visita el día anterior
“Yo nunca he sabido de ningún muerto cobrando un préstamo bancario”

Beto frenó súbitamente sus intenciones de marcharse de allí y esperó pacientemente al doctor que lo llevaría hasta el quirófano para su operación.

Aunque fue efectiva la intimidación hecha por Beatriz, desde su interior ella se preguntaba sí la amenaza estaba fuera de orden. Si se moría, obviamente no podría probar más su famoso pan de muerto y por otra parte nunca se daría cuenta sí cumpliría su promesa de no ir al cementerio a visitarlo. Además, si sobrevivía a su enfermedad, tampoco comería nada que no estuviera estipulado en su nuevo régimen alimenticio.

La recuperación de su salud supondría un cambio total en su dieta luego de la operación de corazón abierto a la cual sería sometido.

Beatriz muy orgullosamente sentía que la misma torpeza de sus palabras le habían salvado la vida a su querido esposo.

Texto agregado el 05-11-2018, y leído por 47 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
29-10-2020 UNA ANÉCDOTA VITAL MUY AMENA Y BIEN NARRADA... ESTIMADO COMPA... DESDE CHILE TE ENVÍO UN ABRAZO FRATERNAL Y GRACIAS POR LAS CONCEPTUOSAS PALABRAS QUE ME HAS DEDICADO AL PIE DE ALGUNAS DE MIS OBRILLAS... DIOSTECUIDE calara
29-10-2020 UNA ANÉCDOTA VITAL MUY AMENA Y BIEN NARRADA... ESTIMADO COMPA... DESDE CHILE TE ENVÍO UN ABRAZO FRATERNAL Y GRACIAS POR LAS CONCEPTUOSAS PALABRAS QUE ME HAS DEDICADO AL PIE DE ALGUNAS DE MIS OBRILLAS... DIOSTECUIDE calara
 
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