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Un desenlace inesperado

La energía del hechicero había sido depositada en la doncella. Él la había gozado y poseído a destajo de su merced. Ella sentía el deseo por primera vez, algo que nunca había conocido y aún sabiendo que se había entregado a él como hembra en celo, sabía debía cumplir su encomienda; a la vez pensaba todas las veces que se dejo poseer por él que tenía un hechizo de seducción muy poderoso que la hacía estremecer como mujer con solo recordar se le erizaba la piel provocándole el deseo de ser suya nuevamente.

En eso una premisa acudió a su mente, “mi espada de cristal” he de ir por ella la solté de mi mano en el bosque.

Cosette se vistió saliendo sigilosa miró a Elisal mientras dormía profundamente a su lado, su fornido y viril cuerpo expelía el aroma de ella por todas las veces que él la había aprisionado en su cuerpo fusionados en éxtasis de sumo placer.

Dirigiéndose al bosque se adentró profundo en la foresta esa mañana, que clareaba en variados tonos mientras el sol coloreaba el lugar.

Allí en medio del bosque estaba la espada de cristal al lado de una roca casi oculta a la vista; sin embargo la doncella la descubrió cuando unos brillos de su espada daban con los primeros rayos del sol que tocaron la fina hoja de su filo.

Ella la recogió alzándola la levanto y uniendo sus manos la puso frente a si hizo un juramento: “por ti mi noble espada, juro derrotar al hechicero”

Cuando la doncella rosa estaba haciendo su juramento apareció sin que ella se diera cuenta Elisal e intentó quitarle la espada, forcejearon cayendo Elisal sobre ella a lo cual le sujetó las muñecas e empezó a besarla, ella se debatía como la primera vez pero fue cediendo a sus apasionados besos que fueron nuevamente encendiendo su deseo y su fuego. Elisal sabía lo que hacía ella era su hembra no quería dejarla escapar. La tocó lujuriosamente recorriendo sus curvas sobre la ropa, levantando su falda poco a poco hasta dejarla más arriba de sus muslos, la tocó entre sus piernas rozando su pubis que se abría a sus caricias.

Su mano hábil y cadenciosa la tocaba y hundía sus dedos en su vagina con ritmo preciso mientras la besaba con pasión, ella se dejaba hacer, quería que él la masturbara.

Mientras le provocaba el deseo a Cosette la tomó colocándola boca abajo y empezó a penetrarla por atrás mientras le decía que se levantara un poco así podía penetrarla con más fuerza , eso le gustaba a ella. De esta manera la tomó varias veces hasta que logró satisfacer todo su instinto animal en ella, la dejo cubierta y gimiendo de mucho placer.

Cuando estaban durmiendo abrazados luego de haber culminado el acto sexual sucedió lo inesperado... se acercaba a ellos la manada de lobos pues el líder de ellos había percibido a Elisal, sabía era hechicero como él, quería confrontarlo para saber cuanto poder tenía pero la hembra que lo acompañaba empañaba ese poder. Si ellos tuvieron relaciones sexuales todo el poder del hechicero pasó a ella osea Elisal perdía su poder cada vez que hacía suya a Cosette gozándola a destajo.

La doncella rosa despertó de su sopor cadencioso se vistió saliendo con dirección al bosque, tomó su espada iba en busca de frutos rojos para alimentarse cuando escucho un crujir de ramitas y hojas, se agacho mirando con sigilo pudo ver a la manada de lobos que bien conocía deambular por el lugar que de seguro buscaban al hechicero.

Elisal también se despertó al escuchar movimiento en el lugar, se sacudió la hojarasca que tenía pegada a su cuerpo, se colocó sus pantalones y botas, salió a mirar quien andaba allí, se percató que ella no estaba a su lado. Cuando vio que venía hacia él un lobo muy grande pero que recordó la primera vez que se vieron.

—¿Qué buscas aquí? —le pregunto Elisal
—A ti —le dijo el Lobo Gris
—Deja a la hembra, —le dijo ordenándole el Lobo Gris a Elisal
—¡No te metas en mis asuntos! —le rebatió diciéndole el hechicero al Lobo Gris
—Ella te va a deshonrar, unamos nuestros poderes a la cofradía de los lobos destinados por la nada así el linaje de los lobos hechiceros no se perderá, ven con la manada —le dijo Lobo Gris, —si sigues con la hembra será una traición a tu linaje por lo tanto: ¡te reto a duelo! —dijo Lobo Gris.

Elisal estaba muy confundido con estas palabras, el Lobo Gris era el de más rango en el linaje de los lobos hechiceros, ahora debía batirse a duelo con el para poder ser respetado a nivel de los hechiceros de más rango que él. “¿Pero donde estaba Cosette? Se preguntó Elisal”.

—Acepto batirme a duelo contigo Lobo Gris —le dijo Elisal, y chasqueando sus dedos se convirtió en el lobo negro nuevamente.

La doncella rosa veía el desarrollo de todo lo que pasaba entre los adversarios, ella iba a actuar en el momento preciso.

Lobo Gris y Lobo Negro se gruñían de lado a lado haciendo escaramuzas y mostrando sus afilados dientes.

Cosette sentía amor por el hechicero se había entregado a él en cuerpo y alma, sabía que él había satisfecho en ella su instinto animal pero sabía que era parte del riesgo que corría al haber venido sola a este lugar, pero ella había gozado por igual, era mujer.

La manada de lobos formó un círculo alrededor de ellos, ninguno percibió a Cosette que seguía oculta tras unos matorrales observando la gresca.

En su fiereza de querer doblegar al Lobo Negro el Lobo Gris saltó sobre el mordiéndolo en su lomo y a la vez recibiendo el arañazo de la garra de su adversario.

Cosette dio un salto corriendo al lugar de la pelea sacando su espada sabía que si vencía a Lobo Gris tendría el poder total y la nada sería derrotada por completo.

—¡Deja al Lobo Negro! —le dijo, si a quien buscas es a mi, levantando su espada con fiereza.

Lobo Gris se saboreo pensando — “la doncella rosa es fácil de vencer y un buen bocado”.

Dejando de lado al Lobo Gris se abalanzo sobre Cosette con furia y la fuerza de 10 lobos pero ella era hábil y dio un salto esquivando a su adversario que cayó bruscamente al suelo.

Lobo Negro observaba sin perder detalle, ahora estaba en juego la vida de su hembra como el le decía, sería una batalla de vida o muerte, pero velaría por ella si la viera en peligro.

Los demás lobos observaban y hacían círculo alrededor de todos era una gran fortaleza de colmillos y garras. Aullaban por la emoción de la pelea enardeciendo los ánimos de todos.

Cosette se abalanzó sobre Lobo Gris dándole una estocada directa al cuello pero el la eludió poniendo su garra y deteniendo la espada de la doncella, ambos quedaron mirándose frente a frente. Se vería quien tenía más fuerza. Lobo Gris empujaba con fuerza la espada de ella y ella hacía todo por detener esa fuerza superior del animal. Estaba en desventaja y era evidente de que si no lograba zafarse sería su batalla final. Y su muerte segura.

—¿Te rindes? —le preguntó Lobo Gris
—¡Jamás! Aludió ella

el forcejeo continuaba ¿quién cedería al final? Lobo Negro observaba el desenlace. Ella estaba casi en el suelo de espalda sosteniendo su espada con sus dos manos, Lobo Gris se aprontaba a dar la embestida final con su otra garra quería cortar la garganta de la doncella y Lobo Negro se dio cuenta de sus intenciones fue una percepción que cruzó por su mente. ¡¿Qué hacer?! —se decía pensando.


—¡Te protegeré! —gritó Lobo Negro, dando un salto hacia su adversario bloqueo el golpe mortal, la garra de Lobo Gris atravesó la garganta de Elisal que cayó de muerte al suelo al lado de su amada doncella rosa. Ella se liberó de la garra que aprisionaba su espada y con un movimiento rápido y certero atravesó el corazón de Lobo Gris que cayó fulminado al lado de Lobo Negro.

“El poder de la nada había sido derrotado por una doncella rosa” la manada de lobos quedó sin líder pero viendo en la doncella rosa una heroína la nombraron Loba Blanca matriarca del bosque tornasol.

Ella fue la líder de la manada cambió el curso de los hechos, les enseño que el poder bien usado podría dar buenos frutos, y que la descendencia de los lobos llegaría más allá de las edades antiguas, hasta que pudieran reconocerse como tales lobos y hombres en sintonía.
Pero eso es para contar otra historia...















Texto agregado el 27-11-2018, y leído por 191 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
17-07-2022 Trepidante relato, que engancha al lector desde el principio y, como bien dice el título, con desenlace inesperado. Bien situada la acción, cosa difícil cuando se trabaja con elementos mitológicos. Enhorabuena. Cedric
27-09-2019 Bastante ardiente la doncella rosa como para quedarse sin el hechicero que la hacía ver las galaxias. Quizás con algún hechizo podrá volver humanos a los lobos y seguir disfrutando del fuego de la carne, je! Entretenida la historia, y menos inocente que caperucita roja resultó la doncella rosa. henrym
12-12-2018 Los lobos no conocían el dicho: "Un pelo de c..... tira mas que una yunta de bueyes". Y perdieron a su lider. Supongo que los lobos no son eunucos, eso será para otra historia. ggg
27-11-2018 le doy puntos por el valor de seguir con esto. Este cuento (?) no me hizo sonreír, de hecho ya da pena, casi tanta como el comentario de cafeina kupiga
27-11-2018 Una vez que has dicho que algo se trata de "ella", no es necesario que lo sigas repitiendo. Hay un párrafo en el que se te pasa la mano de tantos "ella". En todo el texto, pero más en el párrafo ese. Míralo y verás. eRRe
27-11-2018 pobre hechichero, las doncellas son peligrosas, no se puede confiar en ellas, yo por las dudas no me meto en los bosques oscuros. me gustó el ritmo final, vertiginoso :) cafeina
 
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