somos semilla del árbol de la
fe del cual broto primero,
quien venció por nosotros.

Visionarios inspirados cuyo
barrunto caminar imita a
quien trajo luz sobre las tinieblas.

Almas encendidas, reflejo de
la gloria venidera, como niños
se acercaron a quien los llamo.

Enviados del YO SOY, cuya
hechura poderosa cimento la
verdad, de quien os la revelo
sobre el mundo.

Valientes en amor cuya sangre
cobra valor, de quien fortaleza
os dio sobre el combate.

Mujeres cuya insigne presencia,
transmitió la hermosura de quien
nos amó, mucho antes que el
tiempo fuera.

Santos de vida excelsa que en el
oscuro silencio les alumbra la paz
de quien ruega por nosotros.

Sabios diligentes, diestros de la
palabra, de la que se hizo carne
quien por nosotros murió.

Guerreros de Jesús cuya
esplendente santidad es la
poderosa expresión de aquel
que VIVE.