¿Por qué no me escuchas? ¡Qué te maté te digo! ¿Acaso no entiendes? ¡Estás muerto! Ve que feliz salto sobre tu cuerpo inerte y nada, nada puedes hacer para evitarlo ¡Idiota! ¡Yo gané entérate! ¡Te gané!

Ganó, dijo Elías mientras enloquecido se veía un cuerpo saltar sobre una tumba. Debió ser el verano cada año más intenso que sacaba a la gente de todos los cabales. O navidad sin niño dios porque últimamente los niños se compran en piezas. No sé, lo único que entiendo es que saltaba sobre una tumba que quizás era mía o tal vez tuya, pero igual, cualquier acto vandálico sobre un muerto sería considerado como trastorno grave de la personalidad.

RH