En esta calurosa tarde de sábado he decidido,

escribirle una carta al amor que todavía no conocí,

ese compañero que posea entusiasmo de recorrer sin apuro,

pero con alegría este tramo de vida en nuestra mutua compañía.

En esta soleada tarde de verano e echado a volar mis pensamientos,

los requisitos no son muchos pero si son detalladamente específicos,

has de ser un hombre impecable y pulcro en tu interior como en tu exterior.

Has de tener valores y no tengas escondido un prontuario carcelario.

Has de tener respeto por las mujeres.

La agresión no está incluida en el contrato.

Las discusiones solo provocan la disolución de los bellos momentos.

Sería interesante que actuará como adulto responsable.

Vivieras como adolescente audaz, travieso, compinche, alegre e inquieto.

Sientas con la pureza y la inocencia de un niño.

Sepas dar los abrazos más sinceros que sean mágicamente eternos.

Ademas te a de gustar viajar en otoño, invierno y primavera.

En el verano solo saldremos muy de madrugada cuando el sol,

“no se atreva a quemar”

No podré ponerle remitente a mi carta.

no existen hombres tan especiales solo los que habitan en mis locos sueños.

CAL.COR