Dicen que durante quince años, los Quesones recibieron hasta más de un centenar de solicitudes para quesonear a Mariana Fabbiani. Carlos “Charlie” Reich, el Quesón del Silenciador, se ofreció para llevar a cabo el quesoneamiento. Pero Carlos Calvo, en su rol de Quesón Supremo, se encargó de no dar lugar a las peticiones por respeto al abuelo de la susodicha, el gran músico y maestro del tango, Marianito Mores. Claro que cuando el eximio tanguero falleció a los 98 años, ya no había razones para evitar estas peticiones. El propio Carlos Calvo, aún con su deteriorado estado de salud como consecuencia de su enfermedad, le dijo a Charlie Reich: 
- Ahora sí, puedes quesonear a Mariana Fabbiani. 
 
  
 
El Quesón del Silenciador salió así dispuesto a quesonear a Fabbiani. El Quesón llevó su arma habitual, una gran pistola larga con silenciador, y un gran Queso Pategras, de esos que tienen agujeros y cascara negra. Con la habilidad habitual que tienen los Quesones, le resulto fácil llegar hasta Canal 13 y meterse en el camarín de Marianita. 
Esta sintió un fuerte olor a Queso en el camarín, se dio vuelta, y vio que frente a ella estaba Carlos “Charlie” Reich. El asesino contempló a Fabbiani y le dijo: 
- Lo siento Mariana pero tengo que asesinarte. Hace mucho tiempo que los Quesones tenemos cientos de peticiones para asesinarte, pero por respeto a tu abuelo no le dimos curso, ahora ya no hay excusas. 
- ¡¿Quéeee?! – exclamó Fabbiani. Entonces levantó la vista y vio que Charlie la estaba apuntando con una pistola larga con silenciador. 
- ¡Piedad, Charlie! ¡No me asesines! – dijo Fabbiani, poniéndose de rodillas y suplicándole al Quesón que no la asesine. 
- Lo hare. Soy un Quesón y te acribillaré a balazos. 
 
  
 
- Hubiera preferido ser apuñalada por Carlos Bossio, degollada por Carlos Delfino, decapitada por Carlos Matías Sandes o estrangulada por Carlos Roa.  
- Ja, ja, ja, yo, Carlos Alberto Reich, Charlie Reich para la posteridad, el Quesón para la posteridad, seré recordado por las generaciones futuras como “el asesino de Nicole Neumann”, “el asesino de Pampita” y “el asesino de Mariana Fabbiani”. 
- Dado que es inevitable que me asesines déjame aunque sea un último deseo. 
- Dime. 
- Dejame oler tus pies. Se que los Quesones suelen obligar a sus víctimas a hacer eso antes de asesinarlas. 
- Perfecto. Por supuesto que lo haremos. Pero antes debo atarte a una silla, de lo contrario, te podes escapar. 
- ¿Debo ser atada, entonces? 
- Por supuesto. 
El Quesón entonces sacó unas sogas con la finalidad de atar a Fabbiani, pero esta aprovechó el momento y se escapó gritando: 
- ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Han venido a quesonearme! 
 
  
 
No pudo avanzar mucho, ni siquiera llegó a salir del camerino, el Quesón sacó el Queso y lo tiró sobre Fabbiani. El Queso impacto en la cabeza de Fabbiani y la conductora quedó desmayada. Carlos entonces no tuvo problemas para atarla, pero no a una silla, sino al sofá que se encontraba en el camarino. Cuando Fabbiani volvió en sí, vio al Quesón frente a ella y le dijo: 
- ¡Oh, cielos, era verdad, no fue un sueño! 
- Por supuesto Marianita. Ahora te quesonearé. 
- Dame placer aunque sea antes de ser asesinada.  
- Lo haré con gusto. 
Charlie se sacó primero sus enormes zapatos negros talle 46, luego las medias blancas y quedó descalzo. Agarró los zapatos y obligó a Fabbiani a olerlos, chuparlos, besarlos y lamerlos. Luego hizo lo mismo con las medias, y finalmente con los pies. Al terminar, agarró el Queso y lo tiro encima de Fabbiani. 
Entonces se tiró encima de ella y tuvieron sexo en forma desenfrenada. A Fabbiani le gustó mucho tener sexo, cuando terminaron, le dijo al Quesón: 
- Nunca tuve una relación sexual tan buena como esta. Asesiname, moriré tranquila, no vale la pena seguir viviendo, ya no tendré un momento de gozo, satisfacción y placer como este. 
- Gracias Marianita.  
 
  
 
Charlie entonces tomó el silenciador y apuntó a Fabbiani, que resignada espero ser asesinada. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el primer disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el segundo disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el tercero disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el cuarto disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el quinto disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el sexto disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el séptimo disparo. 
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el octavo disparo. 
Así fue asesinada Mariana Fabbiani. Charlie tiró el Queso sobre el cadáver diciendo por novena vez: 
- Queso. 
Y Charlie se fue del lugar, satisfecho porque los Quesones por fin habían hecho justicia y era el Quesón que había efectuado semejante reparación.  |