La dulzura de tu boca se fue una noche
por otras bocas callejeras.
Tu cuerpo se entregó a esas mujeres que entregan amor
por monedas.
No supiste entenderme que yo era solo poesía,
una pluma en papeles de sedas dejando mi piel,
mis sentimientos escritos.
Quizás no supe hacerte el amor,
mas que con mis versos.
Sueños de lunas, lagos y hadas que en tu mundo
no existen,
solo habitan en la locura de mi mente y se escapan por mis rimas.
Te fuiste a entregar tus besos a esas mujeres callejeras
que te vendieron solo su cuerpo.
Hoy vienes a pedir fantasías, y las mías ya se murieron…


Alasblancas