Famosa es la “Mona Lisa”
(“La Gioconda” si se quiere)
por esa sutil sonrisa
que a nuestra mente se adhiere

Marilyn Monroe, por su lado,
famosa cuando lo hacía,
un hombre: otro enamorado
cuando ella le sonreía.

Sonrisa de Bela Lugosi
cuando de “Drácula” actuaba
al público congelaba
sonrisa de metamorfosis.

Sonrisas hay de todas clases:
socarrones, despectivas,
brillantes y seductoras
tocando todas las bases
y del estilo derivas
el ‘porqué’ por muchas horas.

No hay una más iluminante
Como la que brilla en Arleta (*)
de orgullo está rozagante
la elegancia llegó a su meta.

Sonrisa de mi hermano Beto,
quien por un tiempo no rió
el dentista se la arregló
y ahora tiene orgullo neto.

En forma ya cegadora
¡La púchica (1*) como la luce
su mujercita la adora
y hasta soñar induce.

Por varios meses su sonrisa
mostraba que estaba sholco (2*)
que cuando iba a misa
oraba “Dios mío, vergüenza remolco”
Ahora eso es ya del pasado
sonriendo con porte airado.

¡Ah, mi hermano, qué me gusta
cuando él feliz sonríe!
Y casi me dió un susto
cuando lo vi el espacio lleno
y observo que su alegría vacíe
pretendiendo estar sereno.



(1* Expresión de admiración chapina (*3).
2* Falta de dientes en la misma.
3* Guatemalteca)