debo de reposar pero con las promesas de pago que cargo me es imposible... y pensar que soñaba en un cielo de cemento y verdes paisajes para mis seres amados... ahora tan solo cuento con un cuarto que no es de mi y muchos libros que cargo como quien es acompañado por ciertos amigos... en verdad nada es como uno imagina será... vienen los años y los sueños se van deshaciendo como las nubes del cielo ante un sol rebosante de realidad... y a todo esto mi vida se ha vuelto como la de un ermitaño... encerrado en un cuarto y tan solo sale al mundo para corretear por un mundo que no sabe de poesía ni de arte ni menos de un amor sincero... suspiro ante esta realidad en mi cuarto que no es de mi... de pronto alguien toca la puerta... la abro y es un ser lleno de luz... le hago pasar y todo mi cuarto se llena de su fulgor que me hace sentir esos aires de paz que hacía mucho había olvidado... me dice que no deje la poesía... ni los libros... mas bien que me aleje de personas que son un pesar... y sobre todo que no deje de vivir poesía...
gracias le dije al ser de hermosa sonrisa y luz brillante en sus ojos...
nos sentamos uno frente al otro y luego, sentí que no teníamos nada que hablar... el ser empezó a sonreír y mientras mas sonreía, su cuerpo empezó a desaparecer como las nubes del cielo... fue muy bello... me sentí solo pero no triste... sentí que la puerta de mi cuarto y la perilla y el piso lleno de mugre y el techo con telarañas en sus esquinas se volvían mis hermanos...
gracias les dije... y todo empezó a brillar como si una puerta de luz se abriera entre la realidad y mi existencia... y cuando esta envolvió mi ser, pude ver algo que no tengo palabras... y todo era poesía y mas poesía así como los libros que estaban en cada una de mis cuatro paredes... y fue tan hermoso que supe que mi vida se llenaría de luz para el resto de todos mis momentos...